¿Cómo daña la corrupción a tus finanzas personales?

De finanzas y otros demonios -
Todos los días pagamos un impuesto por la corrupción y la pobreza; por ejemplo, las moneditas al “viene-viene”, las protecciones de las ventanas, los desperfectos del automóvil por las condiciones del camino... Foto: Flickr de Sasha the Okay Photographer CC [CC BY-NC-SA 2.0]
Todos los días pagamos un impuesto por la corrupción y la pobreza; por ejemplo, las moneditas al “viene-viene”, las protecciones de las ventanas, los desperfectos del automóvil por las condiciones del camino... Foto: Flickr de Sasha the Okay Photographer CC [CC BY-NC-SA 2.0]

La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes", Martin Luther King Jr.

México —coincidimos la mayoría de los mexicanos— es un país rico en recursos naturales, con diversidad biológica y climática, así como una gran riqueza histórica y cultural peeero… (y después de este “pero”, cada quien tiene su versión de todo lo que está mal en el país) casi todos coincidimos en que la corrupción nos está llevando al carajo: el soborno, el fraude, el tráfico de influencias, el nepotismo, el robo, la ilegalidad…

Somos el país más corrupto de entre los miembros de la OCDE. Las cifras indican que cada ocho años trabajamos un año completito para la corrupción, ¡lo cual tiene un impacto económico equivalente al del embargo en Cuba! Así es, los países más pobres son también los más corruptos.

La corrupción afecta todas las áreas de nuestra vida. Gracias a ella, baja la calidad de los servicios públicos que recibimos, se afecta el medio ambiente y se genera una mayor desigualdad, que a su vez provoca índices más altos de inseguridad, violencia, mortalidad y hasta embarazo adolescente.

En lo financiero, todos los días pagamos un impuesto por la corrupción y la pobreza; por ejemplo, las moneditas al “viene-viene”, las protecciones de las ventanas, los desperfectos del automóvil por las condiciones del camino, los seguros contra robo, el pago mensual del “poli” en el condominio, y el aumento en los precios debido a que los productos y tiendas deben pagarle a guardias.

Antes de darle “mordida” al policía o al burócrata en turno, antes de hacer manejos chuecos en donde trabajas, antes de romper una ley justa para obtener cualquier ventaja, ponte a pensar que todos estamos conectados. Si la corrupción genera pobreza, y la pobreza hace que la gente muera antes de tiempo, una acción tan inocente como dar la “mordida” tiene consecuencias equiparables al asesinato.

¡Alguien va a morir antes de tiempo por tu corrupción! Y no te confíes, porque ese alguien podrías terminar siendo tú. El karma no perdona. Por ejemplo, a mi vecino le robaron sus rines y cuando fue a comprar unos robados, ¡se dio cuenta de que eran los suyos! Tu propia corrupción afecta tu economía, aunque al principio parezca que la está beneficiando, pues las afectaciones pueden ser indirectas pero de largo alcance y ¡te alcanzarán!

La cultura mexicana tiene estándares de honradez muy bajos y, debido a ello, es posible que tú seas corrupto y ni siquiera te hayas dado cuenta. Un pez que ha pasado toda su vida en el agua, probablemente no esté consciente de la existencia de ese líquido hasta que muerde el anzuelo y sale del mar. Así también, conozco a muchas personas con buenas intenciones que no se dan cuenta de que son corruptas hasta que viven en otro país y las meten en la cárcel por intento de soborno a un policía, o por contratar como proveedores de la empresa a sus amigos. En este país, es fácil olvidar que cualquier afectación al prójimo, a la sociedad y al medio ambiente es corrupción.

La corrupción es un problema tan grande, tan generalizado, y tan pernicioso en la sociedad, que vale la pena hacer un ejercicio de introspección para darnos cuenta de si hemos estado practicándola, quizás no por maldad sino sólo porque eso vemos hacer a todos, o porque estamos acostumbrados a encontrarle justificaciones.

¡A cuántos no he escuchado insultar a los policías de tránsito y quejarse de que “tuvieron” que pagar mordida! Yo nunca he pagado una en mi vida. Simplemente trato de no romper las reglas de tránsito y, si cometiera alguna falta, pagaría la multa correspondiente. Aunque muchos no lo crean, ¡es posible vivir toda una vida en México sin ser corrupto! Tú tienes la libertad de elegir ser íntegro, aunque a tu alrededor nadie más parezca serlo. En la siguiente publicación, te daré diez puntos para lograrlo y evitar que la corrupción haga estragos en tus finanzas personales y en tu comunidad.

*DR

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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