Por qué no tengo ahorros y tú tampoco deberías

De finanzas y otros demonios -
En lugar de un ahorro, yo tengo un fondo para emergencias e inversiones de mínimo riesgo. Foto: Flickr de Spodzone [CC BY-NC-SA 2.0]
En lugar de un ahorro, yo tengo un fondo para emergencias e inversiones de mínimo riesgo. Foto: Flickr de Spodzone [CC BY-NC-SA 2.0]

CIUDAD DE MÉXICO.-Sí, no tengo un solo peso de ahorros. Lo admito ante el mundo y, por si fuera poco mi cinismo, lo digo con orgullo. Es más, creo que tú tampoco deberías tener ahorros.

Pero no confundamos la palabra ahorro con la acción de ahorrar. Yo soy muy ahorrativa. Mi estilo de vida propicia el consumo reducido de electricidad, combustible, comida, educación, ropa, etc. Ahorrar es un juego divertido, en el que compito contra mí misma para demostrarme cuánto puedo economizar al tiempo que mejoro mi calidad de vida. Por ejemplo, cuando opto por cocinar una cena saludable en lugar de comer fuera.

Pero el ahorro en la forma de dinero reservado, guardado bajo el colchón, en la cuenta bancaria, en un huequito del sostén, adentro del calcetín,  o en una de esas terribles “tandas”, me parece una de las peores aberraciones que existen.

Hace poco, en una reunión de amigos, uno de ellos anunció que está pagando una tanda para poder ahorrar. No pude evitar lanzarle una mirada de desaprobación. ¿Por qué una tanda? ¿Qué justifica la entrega del dinero propio a una persona, que puede o no regresártelo, dependiendo de si otra decena de personas paga puntualmente, con el fin de recibirlo todo junto sin un solo peso de intereses?

Si no puedes evitar gastar hasta el último centavo que tienes en las manos, o si tienes problemas financieros que te motivan a organizar tú mismo una tanda (terrible trabajo, cobrarle cada mes a un montón de gente), lo que necesitas es una mejor filosofía de vida, mayor conocimiento financiero y de ti mismo o, de plano, ir a un sicólogo. Y lo digo en serio. Gastar de más e impulsivamente es una adicción y puede requerir de ayuda profesional.

Se preguntarán ustedes qué puedo tener yo contra los ahorros, uno de los sacrosantos símbolos de las buenas finanzas. Yo lo único que tengo en contra de tener ahorros es que son una forma segura y comprobada de perder dinero. Claro que comprar cosas innecesarias es una forma todavía más rápida, más segura, y más comprobada de perder dinero. Pero guardar el dinero sin que te dé intereses al menos iguales a la inflación no se queda tan atrás en la lista de malas decisiones financieras.

Hubo una época vergonzosa de mi vida en la que tuve ahorros. Ya sabía que la inflación se los comía, pero “es poquito” me decía a mí misma, y al menos mi dinero “está seguro”. Sí, mis ahorros estaban seguros, pero seguros de valer menos con cada día que pasaba. En ese entonces yo desconocía y desconfiaba de todo lo que llevara pegada la palabra “inversión”. ¿Cuántos no hemos escuchado historias de terror de gente que lo pierde todo en una mala inversión? Además, invertir es para gente con mucho dinero, con experiencia y conocimientos especializados, ¿verdad?

¡Claro que no! Invertir puede hacerse desde 100 pesos, con un riesgo similar al de tener el dinero en la cuenta bancaria, y sin tener nada de experiencia previa. De hecho, este tipo de inversión sencilla es por donde todos debemos empezar si no sabemos nada de inversiones. 

En lugar de un ahorro, yo tengo un fondo para emergencias e inversiones de mínimo riesgo. Claro está que las finanzas sanas deben incluir también inversiones de otros tipos, pero este texto es una introducción para aquellos que nunca han invertido antes. Llegará más tarde el momento de hablar de inversiones más redituables.

-Fondo para emergencias: Algunos ven el fondo para emergencias como un medio para sobrevivir en caso de que nuestro ingreso nos falle, y por ello recomiendan un fondo de entre 3 y 6 meses de sueldo. Pero esto es inaudito para mí. ¡Todo ese dinero ocioso, perdiendo el 4% o más de valor cada año! Yo redefiniría el fondo para emergencias como una cantidad a la cual tenemos disponibilidad inmediata, para salir del paso si hay un gasto inesperado, como un desperfecto del automóvil, una consulta médica, etc. Yo sugiero que esa cantidad no exceda un mes de sueldo. Pero no te preocupes, porque tendrás acceso casi inmediato a cantidades mayores a través de la inversión de riesgo mínimo escalonada.

-Inversión de mínimo riesgo. ¿A qué me refiero con inversiones de mínimo riesgo? A instrumentos de deuda emitidos por el gobierno (es decir,  a prestarle una lanita al gobierno mexicano con un interés y plazo pre-establecidos) ¿Por qué digo que es de mínimo riesgo? Porque, como dice mi querido profesor Phillipe Dautrey, “El gobierno siempre paga”.

Hay muchos plazos y tipos de instrumentos gubernamentales. Para informarte al respecto y contratar estas inversiones sin pagar comisiones, sin intermediarios, fácilmente a través de Internet (o vía telefónica), acude a la página www.cetesdirecto.com. ¡Es facilísimo abrir tu cuenta y puedes invertir desde 100 pesos! Además, es una página muy fácil de usar y segura porque tus transacciones sólo pueden realizarse entre tu cuenta de Cetesdirecto y tu cuenta bancaria. Es decir, nadie puede entrar a tu cuenta de Cetes y depositarle a otra persona que no seas tú. También puedes ordenarle a tu cuenta de Cetesdirecto que extraiga una cantidad mensual de tu cuenta para invertirla en instrumentos, evitando así la necesidad de las “tandas” porque el dinero se irá automáticamente a la inversión y no caerás fácilmente en la tentación de usarlo.

-Escalonamiento de la inversión. Ahora sí, para gastos imprevistos cuyo monto exceda tu fondo de emergencias de un mes, puedes disponer de entre 2 y 6 meses de sueldo a través de inversiones de mínimo riesgo escalonadas. Cuando abras tu cuenta en Cetesdirecto, divide tu fondo para imprevistos en cuatro partes, e inviértelas de tal manera que cada parte venza una semana del mes diferente. Para que el proceso sea automático, da clic a la opción “Reinvertir automáticamente”, y de este modo tendrás acceso semanal a tu dinero. También puedes dejar una cantidad en tu cuenta de Cetesdirecto sin comprar ningún instrumento. Tendrás acceso  diario a tu dinero pues se invierte automáticamente en un fondo llamado Bonddia, que te dará un rendimiento atractivo comparado con el banco (por lo general es mayor al que te dan los famosos “plazos fijos” bancarios y, a diferencia de estos, tendrás disposición diaria sin invertir un monto mínimo).

Cetesdirecto es una herramienta básica para empezar a invertir, pero dista mucho de ser todo el panorama. Lo que obtendrás ahí solamente te ayudará a combatir las pérdidas por inflación y, en algunos casos, te permitirá recibir un modestísimo interés. Por eso lo recomiendo en los siguientes casos:

  • Para tu fondo de imprevistos.
  • Cuando estás juntando una cantidad que gastarás en poco tiempo.
  • Como parte de una estrategia de inversión que diversifica el riesgo, es decir, para compensar otras inversiones más riesgosas, poniendo tus huevos en diferentes canastas.

¿Por qué los intereses de cetesdirecto no son altos? Porque tampoco el riesgo lo es. En inversión, a mayor riesgo, mayor probabilidad de ganancia. Pero no dejes que la palabra riesgo te asuste. Invertir es un poco como conducir un auto: hay riesgos, pero entre más habilidad y experiencia al volante, menor la probabilidad de una catástrofe. El problema es que, en inversiones, hay muchísima gente que quiere tomar la autopista en su segunda clase de manejo. Cetesdirecto es el equivalente a un estacionamiento vacío: no hay nada qué golpear ni nadie a quien atropellar, así que puedes hacer tus pininos con confianza. ¡Pisa el acelerador y disfruta!

*DR

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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