¿Cómo le va a México en pobreza al compararse con AL?

El número de pobres en México ha aumentado en los últimos dos años. Así lo demuestra el más reciente reporte “Resultados de pobreza en México 2014” realizado por el Coneval. El incremento en la pobreza fue de 53.3 millones de mexicanos (45.5% de la población total) a 55.3 millones (46.2% de la población total). Uno de los factores que contribuyó a este hecho fue la caída de 3.5% del ingreso promedio de la población, consecuencia del lento crecimiento de la economía mexicana.

Si comparamos lo que ocurre en México con lo que ha ocurrido en América Latina, los resultados no invitan al optimismo. Perú redujo sus niveles de pobreza de 25.8% a 22.7% de la población total, lo que implica que cerca de 850,000 personas lograron salir de dicha condición, mientras que en México, en el mismo lapso, dos millones más se sumaron a ella. 

Otros casos son los de Paraguay, donde la pobreza pasó de 49.6% (2011) a 40.7% (2013), El Salvador pasó de 45.3% (2012) a 40.9% (2013) y Colombia de 32.9% (2012) a 30.7% (2013). Un caso distinto es el de Venezuela, quien debido a la crisis e inestabilidad interna registró un aumento superior al de nuestro país, al pasar de 25.4% a 32.1% entre 2012 y 2013.

Ahora, vale la pena señalar que la medición de pobreza en México es mucho más comprensiva que la que se realiza en estos países, pues considera a la pobreza como una cuestión multidimensional,  por lo que a diferencia de los países arriba mencionados, se utilizan otros indicadores además del ingreso. Sin embargo, el que el incremento en la pobreza en el caso mexicano se deba a una caída en el ingreso, permite inferir que medida sólo por ingresos, la pobreza también aumentó, contrastando con el resto de la experiencia latinoamericana.

A pesar de las críticas al hecho de que la pobreza en México no disminuye como en otros lugares, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) celebró la baja de 0.3% en los niveles de pobreza extrema y resaltó que ello es resultado de la política social “focalizada” del gobierno en turno. Sin embargo, en perspectiva, el descenso de 0.3% de los niveles de pobreza extrema es mucho menor al alcanzado en el mismo plazo por países como Perú (-1.7%), Paraguay (-1.7%), El Salvador (-4.4%) y Colombia (-1.6%), aun considerando lo anteriormente mencionado sobre las diferencias en la medición de la pobreza.

Es razonable y conveniente focalizar las transferencias gubernamentales a la población más vulnerable. Sin embargo, los resultados de las políticas sociales empleadas hasta hoy en día son desmoralizantes y muestran la necesidad de una estrategia que eleve el ingreso de los deciles intermedios. No hay nada que celebrar cuando una cifra reducida de personas escapa de la miseria, mientras gran parte de ellas empeora y recae en una situación desoladora.

*gl