¿Debes comprar sólo acciones de empresas que conoces?

El perfil del inversionista -

En los 80 y 90, uno de los más populares dichos sobre inversiones era “compra lo que conoces”. Esta frase fue muy usada por el gran inversionista norteamericano Peter Lynch, quien desde 1977 a 1990 estuvo al frente del Fondo Fidelity Magellan que en su cúspide llegó a administrar más de 12,000 millones de dólares teniendo uno de los mejores registros de desempeño de rentabilidad en su época. Lynch argumentaba que los inversionistas amateurs tienen una ventaja sobre los profesionales que se han olvidado de una poderosa herramienta: “El poder del sentido común”.

Por ejemplo, si una cadena de restaurantes,  una nueva línea de vehículos, o algún objetivo tecnológico tiene una gran demanda el inversionista amateur podría incorporar los títulos de esos productos en sus portafolios y con ello llegar a tener un mejor rendimiento que incluso un profesional quien tendría que realizar una serie de diversos análisis antes de tomar una decisión.

La regla de Peter Lynch era que cualquier persona puede ganarle a los expertos si sigue su sentido común e invierte en compañías que conoce y entiende.

Hasta aquí podría tener sustento pero si uno sigue leyendo y conociendo sobre la manera de pensar de Peter Lynch en sus libros y notas menciona algo igualmente importante que es: “Encontrar la empresa es sólo el primer paso. El siguiente paso es hacer la investigación y el análisis”, a lo que se refería era que uno debe estudiar los estados financieros y estimar el valor del negocio para entonces tomar una decisión y es ahí donde generalmente el amateur no tiene las armas para llegar a ese nivel.

Hoy en día resulta sencillo abrir una cuenta con un intermediario y comprar y vender títulos pero sin una estrategia será muy complicado hacer crecer el capital. Algo que quiero mencionar es que en los 90 las acciones norteamericanas tuvieron un crecimiento exponencial, lo que hacía que cualquier inversionista que compraba pareciera un genio ya que el mercado no hacía más que subir pero realmente el conocimiento y la estrategia se denotan cuando los mercados van en contra sentido, cosa que tarde que temprano sucede.

Hay personas que me podrán decir, yo veo que los Starbucks están llenos, voy todos los días, a la gente le gusta y por lo tanto voy a comprar acciones de Alsea, el detalle es que no conocen el funcionamiento y los números del negocio y por lo tanto no es una garantía que su decisión tenga un sustento con un resultado predecible.

Otro ejemplo es de personas que compran acciones de la empresa donde trabajan partiendo del supuesto que conocen tanto de la compañía que lo más lógico es comprar una parte de la misma pero el hecho de conocer una serie de indicadores es distinto a ser un experto en la materia.

De tal manera, que “invertir únicamente en lo que usted conoce” se vuelve muy peligroso, ya que al creer que se conoce todo, menos se identifican las debilidades y da pie al término “home bias” que refiere a que los inversionistas invierten únicamente en lo que le es familiar. Por ejemplo, si usted es mexicano probablemente tienda a tener portafolios con instrumentos de México que son los que usted conoce  y tiene información a la mano.

Finalmente, mientras más se vuelve uno familiar con cierto tipo de inversiones más se corre el riesgo de volverse un inversionista descuidado donde se cree que ya no se requiere llevar a cabo el análisis y la investigación. Evitemos caer en ese error, invierta en lo que conozca pero siempre  después de hacer la tarea.

*gl

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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