'Ésta es una plaza' que le puede enseñar mucho a México

Espacio Urbano -
Ésta es una plaza es un jardín comunitario autoconstruido y autogestionado. Foto: Carlos Brown
Ésta es una plaza es un jardín comunitario autoconstruido y autogestionado. Foto: Carlos Brown

En medio de la crisis económica que aún atraviesa España, Madrid sigue destacando por ser una ciudad llena de vida, colores, ruido y diversidad, con zonas donde la multiculturalidad se hace presente cuadra tras cuadra. Una de las zonas más pobres y estigmatizadas de la ciudad, que está viviendo un proceso de revitalización sin pasar por la tan temida gentrificación, es el polígono entre el acaudalado centro de la ciudad (donde se encuentran la Puerta del Sol y la Plaza Mayor), la estación de trenes de Atocha (famosa por los atentados del 11M) y la Puerta de Toledo; donde se encuentran barrios como Lavapiés y La Latina, que albergan los verdaderos orígenes de la ciudad. Hay cuadras al interior de esta zona donde ni siquiera escuchas o lees el castellano, con letreros en árabe o mandarín por doquier, y hombres insistentes invitando a gritos a bares y restaurantes atendidos por gente de todas partes del mundo.

Natalia, una querida amiga colombiana que vive en esta zona, decidió llevarme a conocer su barrio y las calles aledañas, para mostrarme cuánta vida tenía. Y no se equivocó: fue una verdadera sorpresa descubrir la gran cantidad de iniciativas de organización y participación comunitaria, muchas de ellas en respuesta a la crisis, y lejos de lo que en México consideramos “participación ciudadana”. Abundan las paredes llenas de arte urbano con toques políticos, como murales dedicados al OXI griego o a los movimientos antidesahucios, como en el que participaba la actual alcaldesa de Barcelona. La mayor de las sorpresas llegó sin darme cuenta, cuando pasamos junto a un letrero amarillo grande sobre una reja negra, que en letras rojas decía “Ésta es una plaza” (con acento diacrítico, muy a mi pesar y como la RAE hubiera querido); esto seguido de un muro de varios metros de longitud lleno de grafiti. No más que eso.

 

Mi curiosidad estaba por todas partes tras leer esas cuatro palabras. Le pedí a Natalia entrar y ahí me reveló que eso estaba dentro del plan. Mi sorpresa fue descubrir un espacio público lleno de gente, especialmente niñas y niños, disfrutando las últimas horas de la tarde y el cielo muy azul de la ciudad al aire libre. Es una plaza con personalidad e identidad propias, llena de referencias a movimientos sociales locales, nacionales e internacionales, y con un sentido de reivindicación y empoderamiento ciudadano como pocas veces me he topado.

Al entrar, te recibe una placa de madera explicando el espacio y su funcionamiento. Ésta es una plaza es un jardín comunitario autoconstruido y autogestionado y, como indica la placa, es un lugar para compartir y para experimentar la realidad derivada de la confianza mutua, la ecología, el decrecimiento y la defensa del bien común en un espacio público. Este proyecto nació en 2008 como una intervención en espacios urbanos abandonados que no tenían un uso previo; gracias a la colaboración de varias vecinas, el espacio (que antes era un solar urbano que fue sede de una fábrica de platería y luego un taller de cerámica) fue cedido por el Ayuntamiento de Madrid para transformarlo en un patio de vecinos donde compartir experiencias y conocimientos.

 

Al día de hoy, Ésta es una plaza cuenta con zona de juegos infantiles, mesas para trabajo y juegos, huertos urbanos y taller de bicicletas, además de organizar diversas actividades dependiendo la estación del año. Por fortuna o desgracia, cierra cuando se pone el sol ya que no cuenta con energía eléctrica, lo que en verano en Madrid ocurre hasta poco después de las 22 horas. Lo mejor del proyecto: tiene un plan a mediano y largo plazo, que tiene proyectada la construcción de una zona de deportes, teatro al aire libre (aunque ya cuentan con una pantalla para proyecciones de películas) y zonas de descanso.

 

El surgimiento de estos espacios ayuda a explicar fenómenos sociales y políticos locales como las mareasmovimientos nacidos en medio del 15M contra los recortes en diversos sectores, a raíz de la austeridad impuesta a los países periféricos del sur de la Unión Europea como respuesta (errónea) a la crisis económica. Estas mareas se organizaron posteriormente en movimientos políticos como Ahora Madrid y Barcelona en Comú, que impulsaron a Manuela Carmena y Ada Colau como candidatas, y ahora alcaldesas, por Madrid y Barcelona, respectivamente.

A este respecto, mi intervención artística favorita en este espacio se encuentra en la parte superior, sobre el muro del edificio a un lado de este espacio. En él, se muestra el escudo de Madrid, con el oso y el madroño al centro, siendo alterado por obreros. Con el escudo sitiado con vallas, uno quita las estrellas en el marco del escudo mientras el otro tala el masroño. Los obreros de la austeridad y la (ex) Troika, sin duda.

 

Recomiendo visitar el sitio web de Ésta es una plaza y darles like en Facebook. Cuando camines por tu barrio o colonia, fíjate bien en los lotes abandonados. ¿Quién sabe? Quizá te animes a replicar este proyecto en algún lugar de México o Latinoamérica. Por cierto, en la Ciudad de México, el gobierno local lanzó un programa para recuperación de lotes baldíos autogestionados para desarrollar espacios públicos similares a Ésta es una plaza, pero no he podido encontrar más información sobre la situación actual de esa iniciativa. Si sabes algo, avísame por e-mail o a mi cuenta de Twitter.

Nota: Gracias a la tecnología de Google Maps, es posible ver cómo ha cambiado la fachada de este lugar desde 2008, cuando la crisis estaba por llegar a Europa. Sólo da clic en el reloj arriba a la izquierda debajo de la dirección postal y podrás ver los cambios a través de los años de captura.

 

*gl

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR