Infraestructura para el ciclista urbano, un pendiente más

Espacio Urbano -
El ciclismo urbano es una opción de movilidad sustentable con un alto potencial para mejorar la salud de la población, reducir los congestionamientos viales y mejorar la calidad del aire. Foto: Cuartoscuro
El ciclismo urbano es una opción de movilidad sustentable con un alto potencial para mejorar la salud de la población, reducir los congestionamientos viales y mejorar la calidad del aire. Foto: Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.-“Es México, carnal; te acostumbras". Eso le dijo un joven vendedor de periódicos a Mercurio Cadena la semana pasada, después de ser arrollado en su bicicleta, amedrentado y amenazado con pistola por un automovilista en la Av. Félix Cuevas en la Ciudad de México, como relata en esta crónica. Pero, como dice Mercurio al final del texto, algunos no queremos acostumbrarnos aunque otros así lo deseen y lo exijan. El incidente de Mercurio fue para mí –además del susto por lo ocurrido a mi muy querido amigo– un enorme recordatorio de que aún queda un largo camino que recorrer para el ciclismo urbano y su infraestructura (y ni qué decir del estado de derecho) en México.

Y esta realidad duele más a la luz de las noticias sobre el avance del respeto, promoción y apoyo al ciclismo urbano que nos llegan de otras ciudades del mundo. Sólo esta semana, destacaron dos anuncios al respecto en ciudades europeas: en primer lugar, el proyecto SkyCycle en Londres, un sistema de ciclo-carriles suspendidos por encima de los 219 kilómetros de la red superficial de ferrocarriles de Londres y desarrollado por el despacho Foster + Partners; en segundo, el anuncio de que ya no hay espacios para estacionar bicicletas en Ámsterdam, debido a la sobre-demanda de espacios que llevó al colapso de los enormes estacionamientos por los que es conocida la ciudad. ¿La solución? Construir un estacionamiento bajo el agua con 7 mil nuevos espacios, conectado a través de un túnel al metro de la ciudad.

¿Y dónde estamos parados en México en materia de ciclismo urbano e infraestructura? En un no muy buen lugar, al parecer. Hace menos de un mes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó este informe titulado “Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe: Guía para impulsar el uso de la bicicleta”, que resume un estudio realizado en 56 ciudades de Latinoamérica y el Caribe –5 de ellas en México– sobre el ciclismo urbano y presenta propuestas de política pública al respecto. De acuerdo a este estudio, las tres ciudades mexicanas donde más viajes diarios se realizan en bicicleta son:

-Guadalajara (212 mil),

-Puebla (30 mil) y

-Ciudad de México (23 mil)

Sin embargo, como muestra la gráfica, la relación entre el porcentaje de viajes realizados en bicicleta y la infraestructura ciclista adecuada disponible no es correspondiente. Así, el líder indiscutible en infraestructura ciclista en el país es la Ciudad de México, con poco más de 128 km de infraestructura; en cambio, en Guadalajara el 2.5 % de los viajes diarios en la ciudad se realizan en bicicleta, pero sólo existen 18.4 km de ciclocarriles disponibles. Un caso alarmante es Monterrey, donde el 0.5 % de los viajes diarios se hacen en bicicleta, pero sólo existen 400 m de infraestructura ciclista.

Aunque la Ciudad de México es líder nacional de infraestructura ciclista, tiene aún mucho que aprender de ciudades latinoamericanas como Bogotá y Río de Janeiro. En la capital colombiana cuentan con 392 km de infraestructura, y el 5 % de los viajes diarios en esta ciudad se realizan en bicicleta; mientras que en la ciudad costera brasileña cuentan con 307 km de infraestructura para el 3.2 % de los desplazamientos totales diarios que son los que se realizan en bicicleta.

Por supuesto que la infraestructura adecuada no es suficiente, pero es el primer pilar para una mejor inclusión de la bicicleta en nuestra vida diaria. No sólo basta con tener ciclocarriles adecuados, sino que deben acompañarse de otros servicios como estacionamientos, barandas de apoyo y talleres de reparación. Esto, a su vez, debe acompañarse de un involucramiento constante de la ciudadanía en los procesos de planeación de movilidad, la adaptación de políticas para regular el uso de la bicicleta y el monitoreo del desempeño de las secretarías encargadas de la movilidad urbana.

El ciclismo urbano es una opción de movilidad sustentable con un alto potencial para mejorar la salud de la población, reducir los congestionamientos viales y mejorar la calidad del aire. No nos acostumbremos a lo que tenemos ni a cómo estamos.

*DR

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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