Agile: Entregar VALOR en un entorno cambiante

Inteligencia Empresarial -
Mejorar nuestros productos - que sean más atractivos para los clientes o mejorar nuestros procesos -  para responder adecuadamente a las necesidades cambiantes del mercado. Foto: Especial.
Mejorar nuestros productos - que sean más atractivos para los clientes o mejorar nuestros procesos - para responder adecuadamente a las necesidades cambiantes del mercado. Foto: Especial.

Ciudad de México.- Buscar la mejora constante hoy no tiene discusión, sin embargo no deja de ser un reto. Mejorar nuestros productos - que sean más atractivos para los clientes o mejorar nuestros procesos -  para responder adecuadamente a las necesidades cambiantes del mercado. Pensar en cambios es estar preparados para lo desconocido y sin garantías.

Entonces, ¿por qué cambiamos? Porque no tenemos opción: todo cambia, interna y externamente a nuestra organización, y esos cambios nos obligan a enderezar el timón corporativo, sobre todo antes de que lo haga nuestra competencia.

¿Y qué tiene que ver esto con Agile? Todo aquello relacionado con el sentido común: minimizar o eliminar desperdicios, adaptarnos, humanizarnos - pedir opinión a todos los involucrados-, automatizar lo más que sea posible, y de esta forma lograr el verdadero Agile: Agile se refiere al marco de trabajo en ingeniería de software orientado a procesos iterativos basados en interacciones entre personas, más que de documentos.

Lo cierto es que es un viaje que muchas organizaciones deberían estar pensando en hacer en los próximos seis meses. No sólo cambian los clientes de idea acerca de nuestro producto, también cambian las organizaciones. Entonces EL CAMBIO se vuelve exponencial, y llega desde nuevos productos, nuevos servicios y nuevas formas de trabajo. Es en este contexto es que las metodologías Scrum y DevOps hacen su aparición, como facilitadores de dichos cambios.

Scrum es un marco ágil para el desarrollo aplicativo, el cual propicia el contacto humano al meramente documental. Es cuando negocio y tecnología trabajan juntos y en forma permanente, para verificar que el entendimiento del producto haya sido y continúe siendo el adecuado.

DevOps, por su parte, es un conjunto de principios, prácticas y productos que ayudan a que las organizaciones entreguen software de alta calidad al mercado con mayor rapidez, al tiempo que minimizan costos y riesgos.

Si tenemos pocos grupos de desarrollo, podemos, por ejemplo, llevar los avances de Scrum en una pizarra, donde los equipos van viendo cómo sus tareas – generalmente post-its – avanzan diariamente. Pero en grandes organizaciones, con equipos remotos, off-shore o in-shore, una pizarra o una hoja de cálculo,  no son suficientes. Es aquí donde la tecnología es clave: en forma visual y centralizada podemos tener la información clave de la salud de nuestros productos tecnológicos.

 

DEFINIR EL PRODUCTO CORRECTO

El éxito comienza en la concepción de una idea: un producto; pero no cualquier producto, sino el Producto Correcto. Aquel que va a  crear el mayor impacto en el comportamiento de nuestros clientes. ¿Cómo podemos hacerlo?

No vamos a considerar solamente la factibilidad tecnológica y la viabilidad económica, sino que tendremos un enfoque más holístico: vamos a comenzar considerando la usabilidad y deseabilidad del usuario final. Para llegar a este producto recurrimos al “Design Thinking” - o las actividades cognitivas que los diseñadores aplican durante el proceso específico de diseño de un producto -  y “Lean Startup” -  un método de desarrollo de negocios -, que nos facilitan lograr un mejor entendimiento de los problemas y necesidades que debemos enfrentar, y poder elegir la mejor y más adecuada solución a desarrollar, desde una perspectiva centrada en el usuario: es decir teniendo en cuenta – priorizando - sus necesidades y deseos. Esto lo logramos en conjunto negocio y tecnología.

 

TIEMPO ADECUADO DE RESPUESTA AL MERCADO

Es realmente reconfortante pensar que al fin alineamos al usuario del negocio con el área de tecnología, y con la definición del producto buscado. Ahora la pregunta difícil: ¿para cuándo necesita el negocio este nuevo producto?

Necesitamos que la poca – o menor - documentación, sea eficiente. Y con esto queremos decir que los cambios se divulguen lo más pronto posible del usuario al desarrollador; que el desarrollador pueda tomar esos cambios o nuevos requerimientos y empiece a trabajar en la versión del código adecuada, que la modifique y la vuelva a lanzar a la corriente de las nuevas versiones; que todos los demás desarrolladores reciban esos cambios y los apliquen. ¡Y que compile! Y que se hagan las pruebas, pero de forma exhaustiva, que permitan garantizar que la calidad y el tiempo de pruebas no tienen que estar peleados. Para lograrlo, es imprescindible que las organizaciones de Tecnologías de Información adopten un conjunto de prácticas de ingeniería de software durante el ciclo de vida adecuadas, y una plataforma tecnológica que automatice la mayor cantidad posible de escenarios a usar, para su reutilización posterior, a medida que la complejidad aumenta. Sin automatización y calidad en el desarrollo, necesariamente hay desperdicios y demoras en la respuesta.

 

MAYOR CALIDAD DEL PRODUCTO FINAL

Ya está liberado el producto. Ahora pueden pasar dos cosas, ya que el tiempo pasó y es la fuente primaria de los cambios: una, que el producto no está respondiendo como esperábamos (el mercado cambió o lo medimos erróneamente) o el producto no está respondiendo como esperábamos (la calidad del producto final no es la que el mercado pide, entonces no la usan)

Es aquí donde la tecnología nos puede ayudar. Hoy el mercado nos ofrece alternativas impensables hasta hace apenas un par de años: Manejo del Ciclo de Vida (requerimientos, desarrollo, pruebas), Integración Continua, DevOps, el uso de la Nube, etc. Es una opción sabia que considera utilizar plataformas como Bluemix para desarrollo en la nube, aplicando estas prácticas u opciones on-premise como Rational Collaborative Lifecycle, para desarrollo colaborativo, y Urban Code para despliegue automático, de manera que asegure la calidad y la eficiencia de su proceso de entrega.

Entonces, regresando a los cambios, podemos alinearnos a los cambios que representen menos incertidumbre, con un nuevo paradigma orientado a las personas, eliminando las pérdidas con el apoyo tecnológico adecuado, y de esta manera hacer más eficiente el proceso completo de un producto que entregue el mayor valor, digamos ahora sí, ágilmente.

 

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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