Aplicaciones Móviles, ¿bonitas o seguras?

Inteligencia Empresarial -
¿Qué debe considerar una empresa que quiera desarrollar una app muy competitiva y poderosa? Foto: Especial.
¿Qué debe considerar una empresa que quiera desarrollar una app muy competitiva y poderosa? Foto: Especial.

Ciudad de México.- Bonitas y seguras, ¡ambas! Porque hoy sí se puede. Si en el artículo anterior comentamos que hay que lanzar Aplicaciones Móviles o Apps útiles cada mes y para la directiva de la empresa esto también debe ser su negocio, en la presente contribución exploramos el balance entre lo bonito y lo seguro de las mismas, las dos son indispensables en este entorno. Huibert Aalbers, Director de Ventas Técnicas de IBM en la división de Software en México, expondrá estos temas con ejemplos de la vida real, y de México.

 

A principios de 2014, el 70% de las empresas que forman parte de la lista de Fortune 500 (las más grandes del mundo), ya disponían de aplicaciones móviles nativas para interactuar con sus clientes. Está por lo tanto claro que ya no estamos en una fase de adopción temprana, sino que ya hemos cruzado el umbral en el que la tecnología móvil ya se ha convertido en una realidad. Esto sin embargo, no aplica tan solo para las grandes empresas, sino también para las pequeñas y medianas, incluso aquellas que no están directamente relacionadas con el mundo de la tecnología, y una buena aplicación móvil o 'App' puede ser un diferenciador importante en mercados muy competitivos.

 

Tomemos por ejemplo, el caso de las empresas líderes en México en el crecimiento de las salas de cine, Cinemex y Cinépolis. Está claro que debemos a Cinemex la renovación de la experiencia que supone ver una película en un cine y que la competencia entre ambas empresas es la que ha logrado que en nuestro país tengamos sin duda alguna de los mejores cines del mundo. Para ser exitosos, los cines deben estar llenos y tener un público que además de comprar el boleto de entrada gaste lo más posible en la dulcería que es la fuente de ingreso principal de estos negocios. De aquí la importancia de las salas VIP (un concepto desarrollado inicialmente por Cinépolis) en las que el consumo por cliente es significativamente mayor que en las salas tradicionales.

 

Para atraer a más clientes, ambos competidores buscaron simplificar al máximo la compra de boletos. Si bien Cinemex y Cinépolis fueron pioneros lanzando sus sitios web respectivos cuando Internet todavía era algo muy novedoso, Cinemex fue quien se adelantó inicialmente en las preferencias de los usuarios, al ofrecer a sus clientes el sistema de reservaciones más adecuado para ellos en ese momento, la conocida Línea Cinemex. Eso fue una jugada maestra porque para ese entonces, los usuarios todavía no se animaban aún a hacer transacciones en línea. Sin embargo, las cosas han cambiado paulatinamente y ahora la mayoría de las personas que acuden al cine esperan poder reservar y comprar sus boletos a través de su dispositivo móvil.

 

Actualmente en ese rubro, es Cinépolis quien claramente lleva la delantera gracias a su aplicación móvil, una de las más populares de México, disponible para los principales sistemas operativos, desde iOS hasta Symbian. No es que Cinemex no tenga una aplicación móvil, lo que pasa es que si se leen los comentarios de los usuarios en iTunes o en Google Play, está claro que los que usan la aplicación de Cinemex están enfrentando graves problemas a la hora de querer comprar sus boletos. Lo que esto deja claro es que en una industria tan competida, la lucha por ganar cuota de mercado no sólo se lleva dentro de las salas (mejorando butacas, sistemas de sonido y de proyección), sino también en los dispositivos móviles para ofrecer la mejor experiencia de compra a los clientes.

 

Dado que ya quedó claro cómo una App puede ser un arma competitiva muy poderosa, ¿Qué debe considerar una empresa que quiera desarrollar una? Lo primero que hay que recordar es que la mayoría de las aplicaciones (a menos de que hablemos de juegos) tienen dos componentes, la primera es la App que corre en el dispositivo móvil y la segunda los servicios que soportan la aplicación. Por eso la mayoría de éstas no funcionan si no tenemos acceso a Internet. A pesar de que se estima que el desarrollo de una App sólo representa alrededor del 30% del esfuerzo total necesario para llevar a buen puerto el proyecto completo (el 70% restante normalmente se debe dedicar a desarrollar unos servicios robustos), actualmente todo el interés de los desarrolladores suele centrarse en esa parte.

 

Lo anterior es comprensible, porque el desarrollo de Apps es lo más sexy, lo más novedoso. Sin embargo, tal y como vimos en el caso de Cinemex, de poco sirve tener una aplicación muy bonita si los usuarios se quejan de que no pueden comprar boletos (un servicio que soporta la aplicación y que corre en la nube o en la infraestructura de la empresa). Diseñar una App bonita y funcional es muy importante, porque de lo contrario, la gente no la va a usar. Lograr que funcione en múltiples plataformas sin tener que programarla desde cero, tampoco es fácil. Sin embargo, hay que recordar que en la App nunca se van a dar problemas complejos como la necesidad de ejecutar miles de transacciones simultáneas, porque solo las usa una persona a la vez. Los problemas de seguridad también son menores en las Apps, porque los datos suelen estar ubicados en los sistemas de la empresa, no en el dispositivo inalámbrico. Por eso es necesario destinar al menos el mismo nivel de atención y de foco a los servicios como a la aplicación móvil.

 

El diseño de cualquier plataforma que vaya a soportar una aplicación móvil, ofrece una serie de retos bastante complejos. El primero es el de poder escalarla de forma realmente elástica. Cuando uno lanza una aplicación móvil, generalmente no tiene ni la menor idea de cuántos usuarios decidirán bajarla a su dispositivo y cuántos la usarán regularmente. Es cierto que basándose en el número de seguidores que tenga la página de Internet de la empresa, se pueden hacer proyecciones, pero probablemente sea más fácil ganar la lotería que lograr una estimación correcta del uso que tendrá una nueva App. Esto es un problema, porque necesitamos estar listos cuando lancemos la aplicación para soportar a nuestros usuarios.

 

Si subestimamos el número, ofreceremos un servicio pésimo, si lo sobreestimamos, habremos gastado demasiado en infraestructura, sin motivo alguno. Por ese motivo, son muchas las empresas que deciden hospedar sus servicios en una Plataforma como Servicio (PaaS, por sus siglas en inglés) que escale sobre demanda, minimizando la inversión requerida por la empresa. De hecho, muchas de esas plataformas, como  por ejemplo BlueMix, ofrecen servicios diseñados específicamente para desarrolladores de aplicaciones móviles como servicio de envío de notificaciones o de tickets para Passbook (esto se conoce también como MBaaS o Mobile Back-end as a Service), lo que permite innovar más rápidamente.

 

El segundo reto es la seguridad. No podemos publicar un servicio en Internet y asumir que sólo lo va a usar nuestra aplicación. Lo más probable es que alguien lo descubra y lo use para otros fines. Por ejemplo, hace unos años AT&T desarrolló un sistema para activar los iPads de sus clientes y un hacker lo usó para obtener todos los correos de los clientes de la empresa. El responsable fue sentenciado a 41 meses de cárcel, pero eso no es un consuelo para los afectados. Claro que la cosa hubiera podido ser mucho peor si el servicio hubiera permitido obtener números de tarjetas de crédito. Por ese motivo, es necesario proteger el acceso al servicio (también conocido como "API" o Application Programming Interface). Por ejemplo, encriptar los mensajes, asegurar que la API sólo puede ser invocada por aplicaciones autorizadas, es importante controlar los accesos, proteger los datos, etcétera. Todo esto forma parte de un nuevo concepto que se conoce bajo el nombre de API Management.

 

La conclusión es que desarrollar una aplicación móvil no es un proyecto sencillo. Se trata de algo mucho más ambicioso que crear un programa bonito. Es necesario asegurarse de que por muy exitosa que sea una aplicación, sea capaz de incrementar su capacidad de soporte, que sea segura y que los datos estén bien protegidos. Los clientes esperan tener una gran experiencia usando aplicaciones pero también esperan que sus datos estén totalmente protegidos, no los podemos defraudar. Para abundar en estos temas, visítenos en el evento MobileForum México DF el 27 de noviembre próximo.

 

* Julio Velázquez es Director del Grupo de Software de IBM en México.

** Huibert Aalbers es Director de Ventas Técnicas y Arquitecto Senior Certificado de IBM en México.

 

 

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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