Cinco mitos sobre el salario mínimo que debes dejar de creer

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Billetes de 200 y 500 pesos
Cinco mitos sobre el salario mínimo que debes dejar de creer. Foto: Cuartoscuro.

Hoy 1 de octubre entra en vigor una disposición oficial que homologa el salario mínimo en todo el país y lo fija en 70.10 pesos para el resto del año. Con esto, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos pretende incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos. Sin embargo, el tema es muy polémico: hay quienes aseguran que el establecimiento de un salario mínimo de buen nivel ayudaría a acabar con la pobreza, mientras que otros plantean riesgos macroeconómicos de establecerse un piso mínimo mayor en las percepciones.

De cualquier forma, no es sólo un tema laboral o económico: sus implicaciones también son políticas y sociales. Por ello, nos propusimos indagar 5 mitos sobre este tema para ayudarte a entender qué sucede con el asunto del salario mínimo. A continuación te presentamos nuestros descubrimientos.

Mito 1. Una gran parte de los trabajadores formales ganan el salario mínimo. Falso.

Algunos aseguran que el incremento al salario mínimo impacta en los ingresos de muchos trabajadores mexicanos. Sin embargo, realmente son pocos los que perciben una cantidad así al día. Según datos del IMSS, al día de hoy sólo 536,000 trabajadores formales perciben apenas un poco más del salario mínimo o menos, siendo que hay cerca de 18 millones de trabajadores asegurados: es decir, apenas el 3% de los trabajadores formales del país reciben un salario cercano al mínimo.

Mito 2. La caída del poder adquisitivo del salario mínimo se ha dado en los últimos sexenios. Falso.

Aunque parezca sorprendente, la caída en el valor del salario mínimo data de los tiempos de López Portillo: las crisis de finales de los 70 y de los 80 afectaron el ingreso de los mexicanos. Sin embargo, desde el año 2000 el salario mínimo se ha mantenido constante en términos reales, sin alzas (hasta hace algunos años, contrario a lo que se piensa) pero tampoco con caídas. Así, la idea de que el salario mínimo se ha reducido recientemente tiene que ver más con su estancamiento que con una realidad a la baja.

Mito 3. Si el salario mínimo es bajo, el resto de los salarios también serán bajos. Falso.

Subir el salario mínimo, como vimos en el mito 1, tiene poco impacto en las remuneraciones del grueso de los mexicanos. Al comparar el salario mínimo con el salario promedio de los trabajadores formales mexicanos, vemos radicales diferencias entre ambos: el salario promedio creció mucho más que el mínimo durante el sexenio de Vicente Fox, y apenas en el sexenio de Peña Nieto ambos salarios compartieron tendencia al alza. Esto quiere decir que, en los últimos años, los salarios promedio han aumentado independientemente de la tendencia que siguió el salario mínimo. Así, el salario promedio de los mexicanos podría continuar incrementándose sin necesitar un cambio en la política de salario mínimo.

Mito 4. Incrementar la productividad implica que suban los salarios, subir el salario mínimo por decreto es inútil. Falso.

Algunas voces aseguran que un incremento en la productividad traería consigo un incremento en los salarios. Sin embargo, la tendencia en México indica lo contrario: contrastando el índice de productividad con el índice de remuneraciones medias del Banxico, es evidente que ambas variables se mueven de manera independiente desde hace ya algunos años. Mientras que la productividad ha crecido considerablemente (poco más del 25%) desde la Gran Recesión de 2008, las remuneraciones han tenido ligeras variaciones que las han mantenido hoy prácticamente en el mismo nivel que 2008. El solo aumento de la productividad no es suficiente.

Mito 5. El salario mínimo crea desempleo. No está claro.

Entre los opositores al salario mínimo hay quienes afirman que incrementar el salario mínimo afectaría a los trabajadores menos calificados, dejándolos en el desempleo o llevándolos a la economía informal. Según un estudio de la American Economic Review, el 90% de los economistas consultados aceptaban esta hipótesis en 1978, pero para 2013 sólo el 32% mantenía esta idea. El cambio de opinión se produjo en los años 90, cuando diversos estudios no encontraron relación entre las alzas al salario mínimo y las tasas de desempleo. Es una discusión que sigue abierta y que no ha encontrado una tendencia definitiva.

El debate sobre las ventajas y desventajas del salario mínimo tiene muchas aristas. En ocasiones se asume que establecer una remuneración base para todos los trabajadores acabaría con la desigualdad, pero hay ejemplos de lo contrario: los países nórdicos, con los niveles de desigualdad más bajos del mundo, no tienen un salario mínimo. Por otro lado, está la discusión sobre cuánto debería pagarse a los trabajadores para que tengan un ingreso justo por su labor. Como dijimos al inicio, este tema va más allá del ámbito laboral: el salario mínimo es un tema social y político que nos atañe a todos como sociedad y que debería ser discutido en el contexto del caso particular del mexicano, con sustento en los datos y la información disponible, y no argumentando sólo con las filias y fobias de quienes toman las decisiones u opinan sobre el tema.

En nuestro análisis decidimos no considerar a los trabajadores informales. Como tales, el salario mínimo legal no les aplica, por lo que un incremento del mismo no les beneficiaría directamente.

Definimos cercano al mínimo como un salario de entre 1 y 1.1 salarios mínimos.

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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