Colaboradores que no hacen bien su trabajo: ¡dolor de cabeza!

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Es necesario tener presente siempre el objetivo estratégico de la empresa, así como las metas específicas sobre las que se hará la revisión. Foto: Especial
Es necesario tener presente siempre el objetivo estratégico de la empresa, así como las metas específicas sobre las que se hará la revisión. Foto: Especial

Crear un sistema de trabajo parece muy sencillo. Hay que contratar a una persona adecuada, decirle lo que hay que hacer, darle herramientas para que trabaje, mostrarle cuáles son las metas que tiene que alcanzar y ¡listo!, a fin de mes tendremos los resultados esperados.

 

¿Será así? Porque muchos han intentado manejar así su empresa y resulta que lo que obtienen son desilusiones, excusas por parte de los colaboradores y en un caso extremo, malestar generalizado y ambiente de estrés porque las cosas no funcionaron como se esperaba.

 

Si bien es cierto que una buena parte del éxito de los colaboradores se encuentra en tener un adecuado proceso de contratación, aunado a contar con una exhaustiva descripción de las actividades tácticas y estratégicas que desarrollará cada persona, que en Emyth llamamos “acuerdos de puesto”,  esto no es suficiente; es necesario mantenernos en continua comunicación con los colaboradores para dar seguimiento al trabajo que están desarrollando.

 

Estar en comunicación no significa establecer memorándums, hacer pizarrones de avisos o “letreritos” motivadores por todos lados.  Significa crear un verdadero sistema de desarrollo de personal, cimentado principalmente en juntas de trabajo que de acuerdo con su naturaleza permitirá a todos  saber qué  tan lejos o cerca se encuentran de alcanzar las metas y objetivos establecidos.

 

Las juntas pueden tomar diferentes formatos,  es necesario definir para qué queremos las juntas y con qué frecuencia se llevarán a cabo. Una de las más importantes para monitorear el alcance los resultados es la junta de seguimiento, la cual consiste en una reunión semanal con cada cabeza de área, o en su defecto, si es que no hay áreas en la empresa,  con un colaborador sobre el que se esperan resultados específicos, para evaluar las metas establecidas, verificar el logro o grado de avance y establecer acciones para lograr los objetivos.

 

En las juntas semanales de seguimiento  es necesario tener presente siempre el objetivo estratégico de la empresa, así como las metas específicas sobre las que se hará la revisión. Es una junta concreta, cuya duración no debe sobrepasar una hora, con puntos claros por tratar. Al final es importante establecer una lista de acuerdos, algo parecido a una minuta, con fechas  y condiciones de cumplimiento.

 

Existen otros tipos de juntas que complementan el sistema de desarrollo de personal, pero sin duda la que permite asegurar que las personas desempeñen su trabajo como se espera, es la junta de seguimiento.

 

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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