La verdadera magia de los coworkings

Sólo para hustlers -
El verdadero reto de un coworking es reunir a emprendedores y profesionistas independientes para que colaboren entre ellos. Foto: Getty
El verdadero reto de un coworking es reunir a emprendedores y profesionistas independientes para que colaboren entre ellos. Foto: Getty

CIUDAD DE MÉXICO.- Los coworkings están dejando a las oficinas obsoletas. Desde que apareció el primer coworking en 2005, estos espacios se han vuelto una tendencia, al grado de que se pronostica que para 2018 existan 12,000 espacios de coworking en todo el mundo.

Pero, ¿por qué se han vuelto tan relevantes? En su sentido más estricto, son sólo unos pisos de oficinas llenos de mesas y sillas para que emprendedores y freelancers trabajen.

Se podría decir incluso que para un emprendedor o freelancer resulta más barato y hasta más cómodo trabajar desde la sala de su casa. Sin embargo, lo que ofrecen los espacios de este tipo va más allá de sólo una ubicación. La parte más importante de un coworking es la colaboración y ahí reside el éxito de esta modalidad de trabajo. El verdadero reto de un coworking es reunir a emprendedores y profesionistas independientes para que colaboren entre ellos.

En los casi dos años de operación de Tundra, hemos pasado por tres espacios de coworking y fueron los dos últimos los que nos cautivaron. No importaba si las mesas y sillas eran bonitas o si el espacio estaba en la mejor zona. Nos enfocamos en sentarnos con cada una de las empresas residentes para ver oportunidades de colaboración, alianzas e incluso algunos volverlos nuestros clientes. Con el paso del tiempo las colaboraciones se volvieron amistades profesionales de consultoría mutua.

La primera colaboración importante la tuvimos con Cl1cky, una casa de desarrollo de software. Pese a ser developers (generalmente catalogados con personalidad antisocial) nos acercamos a ellos y comenzamos a compartirnos posibles clientes. Ellos ahora desarrollan un proyecto para nosotros y nosotros hemos aprovechado cada oportunidad para darles visibilidad.

La segunda relación importante fue con Surco, un estudio de diseño con quien colaboramos para clientes de social media y que además nos patrocina junto con Wayra en nuestro evento mensual Hustlers Nights. Además de volvernos amigos, hemos apoyado a Paul, el fundador y director de Surco, en su estrategia comercial. Paul también fue alumno de nuestra academia de emprendedores Hustlers Academy.

Hace tres meses nos mudamos a Cardumen, un bonito espacio ubicado en la colonia San Rafael, y aquí repetimos la dinámica de acercarnos a los emprendedores locales.

Aquí en Cardumen encontré a una de las personas que más admiro: David Garzón, un emprendedor que a los 16 años vendió un sitio web en medio millón de euros. Al verlo, un chico de 1.60, no te imaginarías que tiene 31 años ni una carrera de 15 años como emprendedor; sin embargo, es una persona que comparte su experiencia con quien la necesite. Hoy David es uno de nuestros asesores para tomar decisiones importantes en la empresa

Las relaciones en un coworking no se limitan a los emprendedores, en ocasiones la misma administración del espacio se encarga de tocar puertas y buscar oportunidades para el equipo de casa. Esto fue lo que nos ocurrió con Nain Morales, director de Cardumen, quien nos ofreció un patrocinio de espacio para Hustlers Academy y, aprovechado las relaciones que hizo durante su carrera profesional, nos ha acercado a instituciones como la Cineteca Nacional.

Si fuera a empezar de cero mañana, no dudaría en buscar un coworking. Fue gracias a la comunidad que encontramos en ellos que hemos crecido y nos hemos profesionalizado.

Por Jorge Sánchez

Director General de Tundra Comunicación

@JorgeSagar

jorge@tundra.mx

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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