No vayas a contratar a tus amigos ni a tu familia

Advertido estás, aunque es bien probable que ignores este sabio consejo. Sí, es cierto, la mayor parte de las pymes mexicanas son familiares; pero también sabemos que justo por tener intereses más allá de los laborales, se vuelve muy complicado verlas convertirse en empresas grandes.

En esta época de startups, realizar un proyecto entre amigos es lo más común. Pero, ojo, una cosa es establecer una sociedad con alguien tan cercano a ti y una bien distinta, contratarlo como tu empleado. No podemos obviar que hay susceptibilidades que pueden quedar muy heridas en ese proceso.

Quienes se están arriesgando a emprender son millennials, así que por pura matemática podemos saber que tienen entre 15 y 30 años. Por supuesto que no son las décadas más sensatas en la vida actual; mucho menos, las más estables.

Si todo sale bien, seguro tienes amigos y familiares súper maduros, ellos entenderán la relación laboral y serán capaces de separar las cosas. ¡Albricias! No dejes ir a esas personas por que serán tu mano derecha en tu camino emprendedor. Incluso, podrías incorporarlos a la sociedad después de un tiempo.

Lamentablemente, en el momento en el que hay dinero o jerarquías de por medio, muchos dejan de lado cualquier esbozo de adultez.  Entonces, te toparás con quien intentará abusar de la confianza para conseguir mejores posiciones en la empresa, quien podrá traicionarte y quien te hará berrinches abusando de la cercanía que tienen.  Es en este punto cuando no sólo podrías involucrarte en la espantosa experiencia de tener que despedir a alguien, podrías perder una relación importante en tu vida.

¿Cómo podrías tener relaciones laborales sanas cuando tu startup empiece a crecer? ¡Cuéntanos!

*gl