Si eres mujer mexicana, no emprendas

Al menos eso es lo que se advierte a quienes se han atrevido a dar el paso y poner su propia empresa.  ¿Por qué? Pues porque estas mujeres destinarán durante un buen tiempo en sus vidas energía, dinero y esfuerzo a un proyecto que no necesariamente es lo que tradicionalmente se esperaría: formar una familia.  Y eso, en México, aún sigue siendo tema de controversia.

Las estadísticas son bastante decepcionantes. En México, sólo el 2% de las mujeres accede a volverse empresaria, según la OCDE.  ¿A qué se debe esta trágica cifra? Pues no sólo a problemas de género que se han venido arrastrando desde hace varias décadas, sino a la elección profesional que ellas tienen que hacer al momento de tener hijos. ¿Difícil, no?

Emprender requiere esfuerzo, por eso es de suma importancia contar con un plan de vida antes de aventarte a poner un negocio propio.

¿Cómo una mujer va a poder desarrollarse profesionalmente y personalmente, cuando una startup demanda casi la totalidad del tiempo en sus primeros cinco años?  Una tarea que no es nada sencilla cuando se sabe que México ocupa el lugar 83 de 135 en brecha de género, según el World Economic Forum.

Ser mujer no tendría por que ser un factor para decidir lanzar por cuenta propia una  empresa.  Y aunque suene a discurso feminista, debería haber igualdad de oportunidades para todos en el sector empresarial. Lamentablemente, las mujeres solo representan el 16% del sector empresarial, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Las nuevas generaciones marcarán la diferencia en estas estadísticas. Emprender no es sinónimo de renunciar a un desarrollo personal, sólo requiere organizar tu vida de una forma distinta. Puedes equilibrar una familia, una empresa y una vida personal. Puedes demostrarle a todos que puedes hacer un proyecto exitoso sin importar tu género.

¿Eres mujer y quieres perseguir tu sueño? Entonces únete al cambio.

Con información del Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección del IPADE

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