¿Bienvenido 2017?

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Puede que 2017 no sea un año fácil, pero con la mentalidad correcta se puede superar. foto: Archivo
Puede que 2017 no sea un año fácil, pero con la mentalidad correcta se puede superar. foto: Archivo

Ya ha pasado la mitad de enero y se siente como si fuera junio. Todo parece indicar que de las cuestas de enero, la de este año pinta más difícil de lo normal. Inestabilidad mundial, la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, el gasolinazo y la consecuente alza de precios en diversos -si no todos- productos y servicios, alza de tasas de interés, etc.

¿Difícil? Si, como muchos, casi todos, el ambiente se respira tenso, trabado, preocupante. Las vacaciones oficialmente han terminado, y aunque no ha pasado ni medio mes, ya se siente como si estuviéramos a la mitad del año.

En el ámbito laboral el sentimiento es igual, las empresas están diseñando esquemas y estrategias para enfrentar un escenario adverso, complicado, algunas incluso obligadas a hacer recortes de personal.

Pero ante las circunstancias, hoy más que nunca es cuando debemos poner manos a la obra y reinventarnos para buscar alternativas que nos hagan sobre llevar las adversidades y destacarnos en cualquier cosa que nos propongamos.

Para conseguirlo, debemos identificar qué es lo que nos motiva, lo que hace que cada día nos levantemos de la cama. Para Neil y Lindsay McGregor, entender qué es la motivación y lo que nos mueve a ser productivos día a día, en una cultura de alto rendimiento, se compone de tres factores: Juego, Propósito y Potencial.

El Juego es aquello que te motiva a hacer algo sólo porque es divertido, puedes ser que por curiosidad, para experimentar o por un deseo de aprender o mejorar lo que se hace, pero al hacerlo lo encuentras divertido lo cual deriva en mantener un interés por seguir haciéndolo.

Las presiones económicas y emocionales, afectan directamente esta motivación y distraen el enfoque de encontrar la diversión en lo que hacemos por vivir preocupados por nuestras circunstancias que poco a poco nos empiezan a desmotivar.

El Propósito es aquello que te mueve a hacer algo por el resultado o el impacto de tus acciones, aún y cuando el proceso pueda estar plagado de sacrificios. Al final el tiempo, el estrés y el esfuerzo realizado es visto como una recompensa más importante que el camino.

Potencial es ese componente que hace que valores tu esfuerzo por los beneficios indirectos que se obtienen con el trabajo diario, aunque frecuentemente se piense que no se llega a ningún lado. Es decir, son las acciones del día a día que pueden ser absorbentes, pero que al final sabemos que tenemos que hacer para lograr un beneficio mayor ya sea para nosotros o para aquello en lo que estemos trabajando.

Los tres componentes ayudan a mantener la motivación que debemos tener y que contribuirán directamente a superar los obstáculos que nos encontremos en el camino.

Encuentra la motivación en lo que haces, día a día, como si fuera un ejercicio diario para que la cuesta de enero (febrero, marzo, etc.) se vuelva menos adversa y poco a poco logres superarla.

Nos leemos la próxima vez…

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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