¿Qué dice tu postura cuando cruzas los brazos?

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El acto de cruzar los brazos puede tener diversos significados. Foto: Flickr de jimbaker [CC BY 2.0]
El acto de cruzar los brazos puede tener diversos significados. Foto: Flickr de jimbaker [CC BY 2.0]

Es común escuchar cada vez que nos cruzamos de brazos la frase: “No te cruces de brazos pues te estás cerrando o estás bloqueando a los demás”, generalmente para decirnos que se envía un mensaje negativo o que de alguna u otra forma estamos haciendo algo malo. En realidad no lo es.

El acto de cruzar los brazos puede tener diversos significados y el lenguaje corporal ha estado rodeado de mitos y creencias justificadas o no y que muchas veces sólo son resultado del sentido común. Aquí listaremos algunas de los principales significados:

El autoabrazo

Cuando hacemos consciente los momentos en que nos cruzamos de brazos, ya sea en público o en privado, el significado más sencillo de este gesto es simple, darnos un abrazo a nosotros mismos, buscando comodidad o confort.

Es probable que realicemos esto en una conferencia, o mientras se está esperando a alguien o que empiece un evento. En ese momento no te interesa alejar a nadie, lo que realmente se busca es comodidad, intenta preguntar a alguien si está cómodo cuando lo veas cruzado de brazos en una situación similar.

Identificar el cruzado de brazos como un autoabrazo es fácil, se ve cómo la persona busca ponerse cómoda en el asiento y mantiene esa postura a lo largo de dos o tres minutos con pocos movimientos antes de cambiar de postura.

 

Reducir el estrés

Cuando una persona está estresada, cruzarse de brazos es una excelente forma de que uno mismo se de unas palmadas reconfortantes, es similar al autoabrazo. Este gesto es hecho inconsciente y trata de simular que otra persona nos está brindando su apoyo.

Tiene un efecto tranquilizador y calma a la persona, otro efecto similar se produce al frotar las manos aunque es más intenso y duradero. No tiene nada que ver con bloqueos o comodidad, sino con ansiedad.

La diferencia con el autoabrazo es que para reducir el estrés el movimiento dura poco segundos.

 

Simplemente… hace frío

A veces, la explicación más sencilla es la correcta; podemos hacernos un crucigrama mental pensando que la persona está incómoda, o no está de acuerdo, no escucha o tiene una actitud hostil… y en realidad, sólo es la temperatura del ambiente lo que lo hace tomar cierta postura.

Para distinguirlo, es fácil identificarlo a la altura de los hombros, ya que se mantienen tensos y encogidos, como una manera de generar calor.

 

Cruzarse de brazos para ocultar la inseguridad

Las personas que se sienten inseguras y necesitan protegerse, se cruzarán de brazos para no verse tan expuestas o adoptar una actitud a la defensiva.

En el debate de Kennedy y Nixon por la presidencia de Estados Unidos, éste último siempre cruzó los brazos dando la impresión de sentirse inseguro ante la personalidad de Kennedy a pesar de que era ya vicepresidente de EU.

A diferencia del frío, los hombros no se alzan, sino que se orientan hacia adelante, y por mecánica natural del cuerpo tiendes a encorvarte un poco.

 

Miedo extremo

Más allá de la ansiedad y la inseguridad, cruzarse de brazos puede significar sentir un miedo extremo; una gran preocupación hará que instantáneamente crucemos los brazos sobre el pecho para proteger nuestros órganos internos (nuestra mayor preocupación desde que caminamos erguidos hace millones de años).

El significado de cruzarse de brazos bajo el miedo extremo viene acompañado de constantes gestos manipuladores tales como tocarse la cara y el cuello, al tiempo de contracciones musculares del rostro (apretar los labios, por ejemplo, así como las microexpresiones de miedo.

 

Reflejo y Rapport

A primera vista, ver a dos hombres frente a frente apoyados contra una pared con los brazos y tobillos cruzados, podría significar una confrontación verbal o incluso física inminente; pero en realidad, esta posición es un reflejo entre ambos, una característica del rapport o puente empático que nos indica que ambos están sintonizados con las mismas ideas. Incluso, el hecho de que ambos estén buscando una postura cómoda, te indica que no existe conflicto entre ellos.

En el reflejo, si la postura de uno parece el mismo que la del otro, es señal de acuerdo y sintonía emocional.

 

Autocontrol

No hay duda, nos cruzamos de brazos cuando nos sentimos contrariados e incluso enfadados, y más que una manera de tranquilizarnos es contenernos.

Los niños son los mejores ejemplos de este gesto cuando les pedimos hacer algo que no quieren hacer. También es una excelente manera de comunicar contrariedad sin decir una palabra; los adultos también lo hacemos cuando nos sentimos frustrados, pero no es para apartar a los demás, se trata de un gesto de control momentáneo.

El ceño fruncido y el mentón bajo son los complementos perfectos de un cruce de brazos que pide tiempo para que baje la ansiedad y la ofuscación.

 

Una pose de poder

Las poses de poder no sólo se demuestran con los codos hacia afuera; de hecho, el cruzado de brazos también es una fuerte demostración de personalidad. Generalmente lo hacen los hombres, pero es un gesto bastante común en las mujeres policías, por ejemplo.

Cruzarte de brazos hace que tu caja torácica se vea más grande y robusta, y bajo un tinte negativo sabemos que es la postura preferida de los bullies en la escuela o el trabajo.

Generalmente esta postura para demostrar poder he hace casi sobre el pecho, más que sobre el plexo solar, como la de Superman con los brazos cruzados y los hombros echados para atrás.

 

Finalmente… te cruzas de brazos para aislarte

Este gesto también sirve para retraerse momentáneamente en un estado introspectivo, creando una barrera tanto física como psicológica entre tú y los demás.

Algo que se debe tener en cuenta, es que no todas las personas se dedican a descifrar este tipo de actitudes y posturas, por lo que la efectividad de cruzarse de brazos para mantener distancia puede ser malinterpretada o no ser tan efectiva como uno desea-

 

Nuestras apreciaciones muchas veces son emotivas, por lo que un gesto adquirirá un matiz dependiendo la afinidad que tengamos con la otra persona. Puede ser que estemos hablando con un extraño y un conocido a la vez, ambos con los brazos cruzados, y del desconocido pensemos “No cree nada de lo que digo”, mientras que la sensación que nos da nuestro amigo es “Está cómodo escuchando, está de acuerdo”, aunque no sea del todo cierto.

La próxima vez que crucemos los brazos o estemos hablando con alguien que toma esa postura, intentemos analizar el entorno para conocer un poco más sobre lo que nos quiere comunicar.

 

*gl

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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