David Páramo

Análisis superior

David Páramo

28 May, 2018

Y mientras, la histeria

 

Durante la semana pasada se dio a conocer una gran cantidad de noticias económicas que confirman no sólo la buena marcha de la economía, sino también que la constancia en las políticas económicas seguidas durante los últimos 30 años lleva al país por el camino correcto.

El Inegi informó que durante el primer trimestre del año la economía había crecido 1.1%, con respecto al trimestre anterior, lo que lleva a un crecimiento de 2.3% durante el último año. Este dato no sólo confirma la más larga etapa de avance económico de la que se tenga registro en México, sino que además el país ha crecido consistentemente durante prácticamente todo el siglo. La última vez que la economía decreció fue en el segundo trimestre de 2009, cuando confluyeron la crisis de influenza con la crisis económica mundial.

Durante la semana pasada se informó que al cierre de abril las exportaciones crecieron a una tasa del 17% anual, el más grande nivel desde 2011. Destaca un importantísimo avance de las exportaciones agrícolas con un avance del 13% a tasa anual.

A pesar de las declaraciones de Donald Trump sobre la modernización del TLCAN y que su administración inició una investigación que podría llevar a imponer aranceles a cierto tipo de camionetas de hasta el 25%, se mantiene la negociación del acuerdo comercial, e incluso, el secretario de Economía ha dado señales de que se podría lograr un acuerdo antes de las elecciones, siempre y cuando sea positivo para los mexicanos.

En este mismo periodo semanal, también se informó que la inflación sigue cediendo para ubicarse en una tasa anual del 4.46% y una inflación subyacente que está disminuyendo incluso más rápidamente que las estimaciones de Banco de México. Por cierto, la junta de gobierno del organismo que preside Alejandro Díaz de León decidió mantener sin cambio la política monetaria, considerando que la inflación sigue cediendo.

RESILIENCIA

Suele decirse que la economía mexicana ha mostrado una gran resiliencia ante los choques externos, como los que se vivieron a principios del año pasado, sin embargo, estoy convencido que presenta mayores características de antifragilidad. Este concepto elaborado por Nassim Taleb plantea cómo ante los choques externos se desarrollan nuevas habilidades para desenvolverse.

El crecimiento de la economía, que en estados como Querétaro o Aguascalientes es similar al de las naciones asiáticas más avanzadas del mundo, tiene una cara terrible en entidades como Chiapas, Campeche o Oaxaca, donde la recesión es una constante.

La semana pasada se dio a conocer que antes de 60 días comenzarán a construirse las primeras empresas anclas en las Zonas Económicas Especiales (ZEE). De acuerdo con la información que hizo pública la semana pasada Gerardo Gutiérrez Candiani, hay 300 empresas interesadas y 81 ya entregaron cartas de intención que suman compromisos por más de siete mil 100 millones de dólares.

Hay 13 empresas que cumplen cabalmente con los requisitos, que implican inversiones por 90 millones de dólares, generación de por lo menos 800 empleos y 20 hectáreas. Pronto daré mayores detalles. Las ZEE son, sin lugar a dudas, la mejor medida para superar las diferencias regionales, entendiendo que las necesidades de desarrollo no son las mismas entre el Bajío y el norte del país en relación del sur-sureste.

LA TRAGEDIA

Como ha sido una pésima constante durante todo este sexenio, los grandes resultados de la economía se han venido perdiendo entre las crisis histéricas del momento; la declaración grandilocuente o el absurdo de idolatrar, como becerro de oro, la declaración coyuntural.

No se pone atención a las explicaciones fundamentales, no sólo de economía, sino de sentido común. Se baja el volumen, con desdén, a los datos económicos y las explicaciones que permiten tomar decisiones correctas a la población.

Hay, en grandes círculos de la opinión pública, quienes creen que los buenos datos de la economía no son noticia, no importan. Gran parte de esta visión está fundamentada en lo políticamente correcto, esa moda equivocada de decir que todo está mal. No importa que no esté fundamentado en hechos concretos, medibles, sino en que la gente cree.

La falta de una visión mesurada y fundamentada sobre la economía abre la puerta a las decisiones equivocadas: Hace unos años, Argentina, Brasil, Nicaragua y señaladamente Venezuela apostaron por el populismo de izquierda.

México, Chile, Panamá y Colombia optaron por la ortodoxia económica, tomar las medidas necesarias para el beneficio de la población, lo que las convierte en las naciones donde el bienestar está llegando más rápidamente a las personas. El viernes, la OCDE aceptó a Colombia, con lo que se une con México que es miembro desde 1994.

Los actuales gobiernos de Argentina y Brasil están teniendo que dar cuidados intensivos a sus economías; Nicaragua se está hundiendo junto con Venezuela, donde cualquier libertad es un sueño. Estos hechos, que algunos tratan de callar porque no son políticamente correctos, son los que podrían impedir un error que retrasara a México durante décadas.

 

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