¿Por qué es más difícil encontrar trabajo después de estar desempleado?

Reintegrarse a la fuerza laboral, luego de un periodo sin trabajar puede ser difícil.
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Reintegrarse a la fuerza laboral, luego de un periodo sin trabajar puede ser difícil. Foto: Archivo
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Por Kate Weisshaar

Harvard Business Review

Reintegrarse a la fuerza laboral, luego de un periodo sin trabajar puede ser difícil.

¿Acaso lo es más para quienes perdieron su trabajo y han estado desempleados?, ¿O para quienes dejaron de trabajar durante un tiempo para cuidar de sus hijos? Mi investigación demuestra que estos últimos enfrentan el peor panorama.

En un estudio reciente, descubrí algo interesante: muchos empleadores muestran una predisposición, en contra, de los candidatos que han permanecido temporalmente en casa con sus hijos. Incluso prefieren a los candidatos que fueron despedidos y que estuvieron sin trabajar durante un periodo similar.

En el estudio, envié currículos ficticios como respuesta a vacantes reales. Los currículos mostraban tres tipos de candidatos:

  1. Candidatos con trabajo actual sin brechas de desempleo
  2. Candidatos desempleados
  3. Candidatos que eran padres que se quedaban en casa.

Asigné nombres masculinos y femeninos para definir qué solicitantes eran mujeres y cuáles eran hombres.

Las solicitudes insinuaban que todos los candidatos ficticios eran padres, tenían el mismo nivel de experiencia, la misma cantidad de trabajos y las mismas habilidades. Quienes tenían una brecha de desempleo, habían estado fuera de la fuerza laboral durante 18 meses.

En un periodo de varios meses entre 2015 y 2016, envié un total de 3374 currículos a bolsas de trabajo, en 50 ciudades estadounidenses, para los puestos de contador, analista financiero, ingeniero en programación, gerente de recursos humanos y director de mercadotecnia.

Luego registré qué candidatos recibieron solicitudes de entrevista o de información adicional.

Básicamente, los padres que se quedaban en casa tenían la mitad de probabilidades de que les devolvieran la llamada, en comparación con los padres desempleados, y solo una tercera parte de probabilidades en comparación con los padres con empleo.

¿Por qué es menos probable que los empleadores entrevisten a padres que se quedan en casa? Pedí a los encuestados que leyeran dos currículos ficticios y evaluaran a los candidatos con base en sus capacidades, compromiso, confiabilidad y qué tanto merecían el empleo.

Descubrí algo: los empleadores consideraban, tanto a los candidatos desempleados como a los que se quedaban en casa, menos capaces que los candidatos que habían trabajado de forma continua, por creer quizá que sus habilidades se oxidaban durante el tiempo de inactividad.

Los encuestados consideraron que los padres que se quedan en casa son menos confiables, que merecen menos el empleo y (la peor falta) que están menos comprometidos con el trabajo, en comparación con los candidatos desempleados.

Tener lugares de trabajo inflexibles y culturas laborales exigentes puede contribuir a que los padres abandonen el trabajo desde el inicio.

Si no revaluamos las normas y expectativas que se aplican a los empleados, es probable que los padres que eligen quedarse en casa sigan enfrentándose a que se impongan límites a su carrera profesional.

(Kate Weisshaar es profesora adjunta en la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill).

 © 2017 Harvard Business School Publishing Corp. 

Distribuido por: The New York Times Syndicate

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