Desde estudiantes hasta financieros sofisticados apuestan por los Fondos Colectivos

Al momento de querer iniciar un negocio determinado, se requiere de dinero y en ciertos casos, de mucho para arrancar. Para poder obtenerlo las posibilidades son variadas, pero en los últimos años comenzó a tomar fuerza el sistema de crowdfunding, que es un modelo de capitalización que se basa principalmente en el aporte comunitario para lograr objetivos de manera conjunta. Claro que para comenzar a hablar de esta modalidad, también se debe tener en cuenta que muchas veces, quienes quieren iniciar un negocio no necesariamente desean solicitar un financiamiento, toda vez que las tasas de interés son mucho más altas que las que pueden tener de retorno con el paso del tiempo.

Si se quiere realizar una explicación sencilla sobre qué es y cómo funciona el crowdfunding podemos indicar que se trata de un sistema en donde una persona tiene una idea o un proyecto de negocio, pero necesita de dinero. Para eso, convoca a inversionistas que aportan el capital necesario, y a cambio, reciben una determinada tasa de interés que es la rentabilidad por la colocación correspondiente. Eso es cuando se trata de una cuestión comercial, debido a que también están los crowdfunding para poder reunir dinero en una causa noble como puede ser ayuda social a instituciones, a personas con diversas necesidades, entre otros.

De acuerdo a lo informado por la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo en México (AFICO), la gran mayoría de sistemas de crowdfunding se concretan mediante plataformas digitales que “salen” a buscar los aportantes necesarios, es decir, de manera online personas desde cualquier lugar del mundo pueden hacer inversiones en un negocio o donaciones, en el caso de que se trate de una causa con un benéfico, por ejemplo.

México como lugar de crecimiento: la situación actual

Una aclaración de suma importancia es que en México a esta actividad se la denomina Fondos Colectivos, debido a que cada país puede tener distintas denominaciones (en el caso de España, por ejemplo, se le llama Micromecenazgo). A los fines de lograr seguridad para los inversores que colocarán dinero, la AFICO tiene registradas cuáles son las plataformas que ofrecen opciones para invertir. En términos estrictamente ejemplificativos, podemos decir que en lo que respecta a inversiones en el rubro inmobiliario hay cinco plataformas; en lo que es regalías hay una; para realizar donaciones hay por lo menos cuatro; y en donde más se puede ver es en préstamos, ya que se puede apostar dinero en 11 plataformas vigentes.

Procedimiento de inversión: línea de tiempo

Si bien los proyectos que reciben dinero se conocen desde el momento en que son publicitados para captar fondos, ellos nacen mucho antes y deben cumplir con una serie de pasos previos. Por ejemplo, si una persona tiene una idea, lo primero que tiene que hacer es armar un programa en el cual se detalle toda su actividad, cómo serían las ganancias, la tasa de interés que aplicará, cuáles son los riesgos que tiene, entre otras cosas.

Una vez que tiene finalizado su proyecto, directamente inicia una solicitud ante la plataforma digital que desee, según el rubro claro, para que pueda ser analizada. Luego de una serie de verificaciones, si es aprobado, se hace público el negocio (o la causa) y comienza a recibir los fondos, generalmente mediante transferencias bancarias, aunque también se admiten pagos con depósitos, a través de billeteras virtuales, entre otros.

Actividad regulada: mayor seguridad en la inversión

Cuando alguien quiere hacer una determinada inversión, no sólo quiere lograr rentabilidad, sino que desea tener seguridad, que su dinero realmente se destine a los fines por lo que fue colocado. En el caso del crowdfunding, actualmente en México se encuentra totalmente regulado, luego de un trabajo de varios años entre instituciones públicas y privadas. Quien se encarga de la regulación pertinente es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), pero como es una actividad sumamente compleja en ciertos aspectos, también forman parte otros organismos y a modo de ejemplo podríamos mencionar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Banco de México (Banxico), también la Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), entre otros.

Amplia gama de oportunidades

Como expresamos antes, las opciones son muy diversas, porque se puede invertir en el sector financiero, bienes raíces, tecnología, entre otras plataformas que tienen distintos negocios con financiamiento colectivo. Lo bueno, destacan los especialistas, es que se puede comenzar a hacer inversiones con montos que son mínimos, es decir, en algunos casos con tan sólo mil pesos ya es posible tener ingreso al proyecto.

Si bien se trata de un sistema novedoso en el mundo de las inversiones, viene con un importante crecimiento a nivel mundial. Es por eso que a los fines de diversificar sus ahorros, cada vez más personas eligen los proyectos de crowdfunding para buscar rentabilidad ya sea en el corto, mediano o largo plazo.

Requisitos para presentar un proyecto

Como hay quienes apuestan por inversiones en proyectos, están también quienes desean realizar uno, presentarlo y recibir fondos. A tales fines es bueno destacar que hay una guía que fue elaborada por la CNBV, de acuerdo a lo estipulado por los artículos pertinentes de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera. Esta guía es una ayuda práctica para todas las personas que tengan una idea puedan promoverla, presentar y cumplir con todas las disposiciones vigentes para completar adecuadamente su expediente, sin complicación alguna.

Es importante hacer mención a que siempre que se quiere hacer una inversión en un proyecto presentado por una persona física o una empresa, lo más importante es leer cada una de las condiciones que va a tener, manera de hacer los aportes, formas de pago de intereses, horizonte de inversión en cuanto a tiempo, si está o no registrado en AFICO el proyecto, entre algunas otras cosas que harán que se pueda hacer una operación segura y con la menor cantidad de riesgos posibles.