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CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de los mercados en auge en México luego de la crisis sanitaria y los recientes apagones en varias zonas del país corresponde al nicho de plantas eléctricas, cuyo respaldo ha generado un boom comercial por ser una fuente de energía segura y altamente utilizada en diversos sectores estratégicos del país, aseguran diversos expertos del sector.
Los generadores, de acuerdo con los especialistas, son altamente utilizados en los entornos industriales, turísticos, comerciales, bancarios y de telecomunicaciones ya que garantizan la permanencia operativa y ayudan a evitar riesgos. Estas plantas de luz son accionadas por combustibles como el gas natural y el diesel, que son los más utilizados por su eficiencia.
En este contexto IGSA, fabricante de plantas generadoras de energía eléctrica, se prepara para extender su red de distribuidores en el país e intensificar su trabajo con sectores como la industria avícola, así como las cadenas hoteleras, comerciales, bancarias, de telecomunicaciones y de la construcción a nivel nacional.
María Lazo, directora de ventas en México de IGSA, expuso que la empresa tiene en la actualidad equipos totalmente confiables, fabricados bajo estrictos estándares de calidad, con gran variedad de opciones disponibles para diversas necesidades, con opción a proyectos llave en mano o con monitoreo remoto, adaptados a cualquier protocolo de comunicación.
Desde su fábrica en Lerma, Estado de México, IGSA tiene la capacidad de producir más de 2 mil plantas de luz al año, certificadas bajo los criterios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en cumplimiento con la normatividad nacional e internacional.
De acuerdo con la directora de ventas en México de IGSA, la fabricación de plantas eléctricas de emergencia a diesel y gas natural de 20 a 3000 Kw, son en estos momento indispensables, ya que “la continuidad de un negocio depende de la energía eléctrica y con nuestros productos garantizamos seguridad en las operaciones, pues somos el respaldo”.
Asimismo, coincidió en que la recuperación económica crece en la medida que la pandemia va cediendo, por lo que todos los proyectos que se están reanudando necesitan una planta eléctrica y, en ese sentido, reveló que durante 2020 vendieron un acumulado de 106 mega watts, por lo que la meta para el 2021 es llegar a los 176 megas.
“Nuestros equipos ―dijo— están certificados por el Laboratorio de Pruebas de Equipos y Materiales es la Unidad de Negocio (LAPEM), la Certificación de un Producto de uso Eléctrico (CIDET) y Underwriters Laboratories (UL), además IGSA produce equipos en condiciones ISO, lo que determina que más del 50 por ciento de las sucursales bancarias de México estén respaldadas por nosotros”.
La empresa, añadió María Lazo, tiene un gran mercado: la red nacional de telecomunicación más grande de México; 50 por ciento de las sucursales bancarias de México están respaldadas por IGSA; cadenas hoteleras, centros comerciales, industria avícola, productores acuícolas y las empresas de la construcción, por lo que “somos el respaldo de los proceso de producción prácticamente de cualquier industria, ya que cualquier tipo de negocio necesita asegurar el suministro de energía eléctrica”.
Es importante recalcar que la corriente eléctrica representa una necesidad y esto resulta más obvio cuando tenemos un problema en el suministro local y sufrimos grandes pérdidas en la producción. De ahí viene su importancia: no es un lujo, sino algo que puede marcar la diferencia cuando más hace falta, concluyó la directiva.
