Baja California tendrá un museo dedicado al vino

ENSENADA.- Ser la vitivinícola más antigua de Baja California y una de las más sobresalientes de México le ha permitido a Bodegas de Santo Tomás, fundada en 1888,  convertirse en un activo protagonista de la historia a través del tiempo.

Esto le ha dado el añejamiento suficiente para emprender un proyecto que busca honrar el oficio: la creación de un museo de la historia del vino, que abrirá sus puertas en un lapso de tres a cinco años, cuyo objetivo será preservar la memoria de los 130 años de vida de la compañía, estrechamente vinculada al crecimiento de Ensenada, declarada ciudad urbana en 1882.

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Impulsado por el Centro Cultural Santo Tomás, la obra requerirá una inversión de cinco a diez millones de pesos, para lo cual se tienen planes de estructurar un patronato para financiar la obra.

“Sin duda la empresa va a hacer aportaciones (…) y también se harán eventos de recaudación, porque al final es un evento de interés estatal, pues, que haya un museo de la historia del vino (…); se recurriría a distintos fondos, sobre todo gubernamentales”, dijo Santiago Cosío Pando, director general de Bodegas de Santo Tomás y presidente de Grupo Pando.

El directivo comentó que un equipo interno ya se está encargando de la curaduría, la cual  muestra algunos avances, ya que hace un año comenzó a hacerse el rescate de elementos históricos de la vinícola, aunque no se descarta incorporar a profesionales externos más adelante para enriquecer la parte museográfica.

En cuanto al lugar donde estará ubicado se está rescatando un edificio de adobe que data de 1913. El arquitecto Carlos Chávez Reyes funge como asesor asignado por el INAH para su conservación, ya que en su momento fue sede de la caballería del ejército cuando se estaba protegiendo el territorio de las invasiones estadunidenses, el cual adquirió el gobernador y exdueño de la bodega, el general Abelardo Rodríguez, quien trasladó la producción del Valle de Santo Tomás a Ensenada.

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Este trabajo será complementado con la inauguración de una Enoacademia de Formación en Vitivinicultura y el lanzamiento de una etiqueta especial de aniversario para este mismo año. Será una mezcla de variedades representativas de la vinícola, tales como Barbera, Tempranillo, Misión y Cabernet Sauvignon, que llevará por nombre Eikon, “como una manera de hablar de que Santo Tomás es una empresa icónica de la región. Es como un homenaje a los distintos momentos de la empresa”.  

Todo ello sumado a la edición de un libro sobre los 130 años de la compañía –el cual también saldría antes de que concluya 2018–, y un proyecto para crear una plaza en la cuadra en la que están ubicadas las antiguas instalaciones de la compañía, en la avenida Miramar, para el disfrute de los ensenadenses y turistas, para lo cual se busca que en lo que resta del año el tránsito en esta calle sea exclusivamente peatonal, de manera que se puedan realizar actividades como conciertos y exposiciones al aire libre, cuyas obras tardarían aproximadamente dos años.

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Previsión

El directivo comentó que en lo que va del año se han invertido alrededor de tres millones de dólares para los procesos productivos y para poder cubrir las necesidades de agua con un reservorio, el cual está ubicado en San Antonio de las Minas. 

“El tema del agua es delicado, entonces es una inversión importante para poder almacenar agua, tener una reserva y poder subsistir en años de sequía”, explicó.

El año próximo también se destinarán entre dos y tres millones más para maquinaria, equipo y barricas, aunque dijo que en realidad las inversiones que se hacen son constantes para mantener la calidad y el nivel de producción, en especial si se considera que la producción en el campo en general descendería en torno a 30% por la falta de lluvia y altas temperaturas.

Oportunidades

Cuestionado sobre las ventajas que la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola trae a su empresa y el resto del sector, Cosío Pando dijo que la creación de reglas claras dará certidumbre a los productores, además de que podrán presentarse con un sello de calidad ante México y el mundo, ya que se cumple con estándares comparables a las normas internacionales.

Además, dijo que esto da una buena señal de que el gobierno, en todos sus niveles, está dispuesto a impulsar a la industria, pero también a un nivel cultural, turístico y gastronómico.

*dp