El Cielo en la tierra, en Baja California

VALLE DE GUADALUPE.— La distancia entre la Tierra y el manto estelar es más corta en esta región del país. Una vinícola ha logrado, literalmente, embotellar las estrellas.

Una alineación astral ha guiado el crecimiento de El Cielo, que bajo el liderazgo de Gustavo Ortega, su director general, ha desarrollado proyectos que se maridan adecuadamente, como un resort y el restaurante Latitud 32, destacado por sus cortes Angus Certified y la Fusión Baja-Yucatán, del chef Marco Marín.

Con propiedades en el Valle de Guadalupe, Ojos Negros y San Vicente, El Cielo ofrece 15 etiquetas de cuatro líneas al mercado, elaboradas con 14 tipos de varietales de uva elaborados con el expertise del enólogo Jesús Rivera, siendo las de mayor demanda la Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Merlot, aunque “también le estamos apostando a la Malbec; en las pruebas que hemos hecho da muy buenos vinos”, dijo, además del Nebbiolo.

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“La inversión más importante que estamos terminando en este año siguiente será la del hotel (en Valle de Guadalupe); la idea es tener 95 cuartos este año y el próximo faltaría terminar el spa, dos restaurantes, un salón de convenciones y área de lobby, a más tardar en junio. Tenemos 32 habitaciones listas y estamos abriendo otras 22 en unas tres semanas. La idea es que de aquí a octubre tengamos terminadas las 95”.

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Sobre los proyectos que la compañía tiene en puerta, Ortega informó que se está cerrando la compra de seis hectáreas entre el aeropuerto de Querétaro y Tequisquiapan, para tener una réplica de El Cielo en esa entidad del centro del país, respetando la arquitectura de la región y enfocándose más en los vinos blanco y espumoso. El objetivo es plantar uva en ese lugar en 2020. La bodega estaría abierta entre 2021 y 2022.

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Oportunidad

En opinión del directivo, uno de los aciertos de la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola, recientemente aprobada, es la transparencia en el origen del vino, ya que ahora se tiene que manifestar su procedencia por ley, para que el consumidor tenga mayor certeza de lo que compra.

Sin embargo, un tema que dejaría pendiente la actual administración es “bajar los impuestos, yo creo que hoy lo que se paga en toda la industria es muy alto. El vino más que una bebida alcohólica es un complemento de la comida y 64.5% entre IVA y el IEPS es mucho.

En la medida que se bajaran los impuestos ayudaría mucho (…) por una parte; por otra, siempre he dicho que nuestro gran cuello de botella es la Conagua, es una institución muy burocrática.

Si de algo padecemos en la zona es carencia del líquido y el trámite para hacer un pozo o moverlo de lugar se puede llevar hasta dos años; pierdes dos ciclos agrícolas por pura burocracia. Si nos pudiera simplificar los tiempos de respuesta sería maravilloso”.

kgb