Contraseñas seguras: malas prácticas que debes evitar

Las contraseñas nos sirven para proteger el acceso a nuestra información almacenada en medios digitales. Una contraseña es una combinación de caracteres secretos que se utiliza para confirmar la identidad de un usuario y permitir el acceso a un sistema o servicio. Contraseñas seguras: malas prácticas que debes evitar.

Las contraseñas pueden ser utilizadas para proteger la privacidad y la seguridad de la información personal, ya sea en una cuenta de correo electrónico, una red social, una cuenta bancaria en línea, entre otros.

Es importante utilizar contraseñas seguras y cambiarlas regularmente para evitar posibles ataques o vulneraciones de seguridad.

Expertos de Kaspersky alertan que algunas personas siempre usan las mismas contraseñas para proteger sus cuentas.

Práctica contraria a las recomendaciones más habituales que incluyen revisar las claves existentes y crear nuevas mucho más seguras.

Los expertos dieron a conocer las malas prácticas que hacen que la cuenta del usuario tenga mayor probabilidad de ser 'hackeada'.

Usar la misma contraseña en todas las cuentas pone en riesgo el control de las cuentas y la información que hay en ellas.

Si en una brecha de seguridad se filtran las credenciales de una, el ciberdelincuente que se haga con ellas podrá acceder al resto de cuentas del usuario sin esfuerzo, con solo probar a introducir usuario y contraseña en distintos servicios.

Expertos de NordPass apuntan a las cuentas que el usuario mantiene activas pero no utiliza, en ocasiones porque se ha olvidado de ellas.

Por eso es importante conocer el número exacto de las cuentas activas y eliminar las que estén sin uso, para "evitar lagunas en la gestión de tus contraseñas".

Otro hábito es utilizar contraseñas débiles. NordPass expone que suelen ser combinaciones de números, letras y símbolos fáciles de usar en el teclado, como la típica y nada segura '123456', o incluso la propia palabra 'password' o 'contraseña'.

Los nombres propios (Andrea, Alejandro y Cristina) también se identifican entre las claves menos seguras, al igual que las relacionadas con el deporte, como el equipo favorito de fútbol.

Si se opta por una contraseña larga, de al menos 10-12 caracteres, que combine números, mayúsculas, minúsculas y símbolos en secuencias no reconocibles, se estará dotando de mayor seguridad.

La comodidad y las pocas ganas de pensar nuevas contraseñas y recordarlas están detrás de los principales fallos.

Es mejor utilizar un gestor de contraseñas, donde las claves se almacenan la información de forma encriptada.

También, hay personas que ponen contraseñas con la intención de no volver a cambiarla.

Pero esto también supone un riesgo, aun si se trata de una clave robusta, porque en caso de robo o pérdida, los ciberdelincuentes puedan utilizarla por un periodo largo de tiempo, con la consecuencia de un mayor daño para el damnificado.

Conviene revisar las contraseñas periódicamente y cambiarlas cada pocos meses.

Utilizar contraseñas diferentes para cada cuenta, así como que estas sean robustas y cambiarlas de forma frecuente es clave para mantener la seguridad de las cuentas", apunta el Senior Security Researcher de Kaspersky, Marc Rivero.

Con información de Europa Press.

Jbf