El verdadero costo de usar aplicaciones en tu smartphone

CIUDAD DE MÉXICO.- ¡Bendito Whatsapp! A través de esta aplicación podemos pasar a nuestros amigos y conocidos desde música, memes, y por qué no, la foto de la tarjeta de débito o crédito a la que alguien te tiene que depositar ¿lo has hecho?

La verdad es que yo sí, en muchas ocasiones le he tomado una foto con mi super smartphone, y la he enviado, sin ningún tipo de preocupación ni precaución.

Después de todo lo que hemos vivido en estos días, después de esa incertidumbre que nos generó el hecho de que la quincena no pudiera caer en nuestra cuenta, o que cayera en otra, platiqué con Javier Sánchez, director de Tecnología de MER Group, y la verdad al escucharlo, sentí mucho miedo de mi falta de precaución con las herramientas que tenemos a nuestro alcance.

Recomendamos: Las razones de Banxico para no aumentar la tasa de interés 

En realidad, es cierto, que las medidas de seguridad que llegan a tener ciertos dispositivos, son vulneradas por quienes los usamos.

Hemos preferido darle más valor a la inmediatez que a la seguridad, y después estaremos lamentando esta decisión.

¡Qué miedo! Que después de poner un video en Youtube te haga recomendaciones basado en lo que tú elegiste ver o escuchar.

Lo mismo pasa en Facebook, después de darle like a algo, te aparecen promociones, publicaciones recomendadas, la verdad es que hoy más que nunca somos esclavos de lo que decimos, en este caso de lo que publicamos.

La misma historia es para las aplicaciones que bajamos a nuestra principal fuente de información: el teléfono; ¿cuántas veces al instalarla no te ha pedido acceso a tus contactos, a tu cámara, a tus archivos?

Claro que algunas veces es necesario, pero en otros es totalmente loco que te pida acceso a tus contactos, si es una aplicación para poner emojis en el teclado.

solis.png

Javier Sánchez dice que debes establecer, antes de otorgarle el permiso a la aplicación, si tiene sentido que acceda a esa parte del teléfono; en pocas palabras, debemos usar el sentido común, y no dar aceptar como locos sin saber o sin si quiera imaginar a qué nos estamos enfrentando.

Ya ni hablamos de las redes abiertas a las que nos podemos conectar, cuánta información podemos perder porque no sabemos si son seguras realmente. 

Al platicar con el experto me decía que hoy por hoy nada es gratis, esas aplicaciones o el mismo WiFi, tendrá información nuestra que puede convertirse en una moneda de cambio, ya sea porque la venderá a un tercero, o por lo que puede obtener a través de ella. 

Lo cierto es que en esta nueva realidad digital no hay vuelta atrás, si bien no vamos a dejar de usar la tecnología, sí podríamos aprender a usarla de manera inteligente, sin ponernos en riesgo.

La realidad es que esta era digital, esta economía digital, está aquí para quedarse, pero en nosotros está cuidar nuestra información y los medios a través de los cuales la compartimos, y eso sí, ser muy responsables de ello, porque lo creamos o no “un mundo nos vigila”.

kgb