Propuestas de candidatos, las buenas y las malas

Ya se pueden comparar las propuestas presidenciales. Están sobre la mesa.

La columna vertebral de todas es cómo crecer más con menos desigualdad. Y ahí vemos una buena batalla entre
las propuestas.

MEADE, CONSULTAR CASA POR CASA

José Antonio Meade, candidato por el PRI, el Verde y Nueva Alianza, presentó un programa novedoso, muy posible de realizar: Avanzar Contigo, se trata de ir casa por casa, preguntar a la familia su necesidad, y entonces tratar de resolver la necesidad de las personas con alguno de los estímulos que ya tiene el gobierno federal, sean becas, o créditos para una empresa, o préstamos hipotecarios, etcétera.

Dichos estímulos suelen quedarse en población que no los necesita o sin utilizarse. Es una propuesta que financieramente tiene un sostén viable.

ANAYA, INGRESO UNIVERSAL
PARA TODO MEXICANO

Ricardo Anaya, candidato del PAN-PRD, presentó su propuesta de ingreso universal. Sin duda está en la tendencia internacional, donde los países que encabezan la economía industrializada están pensando en otorgar un ingreso a todos sus habitantes, sobre todo para ayudar a quienes no tienen empleo, y mientras tanto se les da capacitación.

El problema de este programa, en México, es su viabilidad financiera. Dar dinero a cada mexicano es una tarea fiscalmente imposible en una economía que no se puede dar esos lujos.

LÓPEZ OBRADOR: ADULTOS MAYORES

Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena y de los partidos del Trabajo y Encuentro Social, ha enunciado que combatirá la corrupción, y el 10% del PIB que resulte de combatir la corrupción lo destinará a mejorar el gasto social. Y se queda en esa generalidad.

Sin embargo, un programa mucho más acabado, que incluso él mismo echó a andar en la Ciudad de México, es dar un apoyo a los adultos mayores. Este programa fue un éxito en la capital, aunque con subsidios generalizados. Deberá enfocarlo en los adultos mayores que menos tienen.

MARGARITA: VENTANILLA ÚNICA SOCIAL

Margarita Zavala, candidata independiente, plantea de manera interesante la creación de una ventanilla única de programas sociales, donde exista un padrón único de beneficiarios y bonos de impacto social.

Y es cierto: no hay un padrón único de beneficiarios, y muchas veces los subsidios no llegan a quien los necesita, o al contrario: los beneficios se duplican.

JOYAS DE LAS PEORES

Meade, con todo y ser el candidato con más propuestas (y viables), sucumbió a la demanda política de los estados fronterizos, donde cada elección exigen lo mismo: regularizar los autos chocolate, que son una verdadera pesadilla para la industria automotriz formal.

Meade propone regularizar los autos que se importaron ilegalmente, los llamados chocolate, cuyo resultado de legalizarlos siempre es el mismo: dar al traste con la industria formal. Anaya también padeció la presión política del norte. Y en un país donde los impuestos parecen queso gruyer con tantos hoyos, ¿por qué no uno más? Bajar el IVA en la frontera. Otra promesa de Anaya es elevar, de inmediato, el salario mínimo a 100 pesos diarios, y duplicarlo en cuatro años. Sin duda, el salario mínimo debe llegar a la Línea de Bienestar, ahí Anaya lo tiene claro, pero hacerlo con cuidado es una premisa.

López Obrador se ha empeñado en toparse con pared técnica con el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Tratar de ir contra una obra de infraestructura, que además lleva 25 años discutiéndose con la misma conclusión: debe construirse en Texcoco. Puede ser un gran tropiezo. Y ahora López Obrador abrió otro frente: congelar los precios de la gasolina, que de hacerlo, alguien va a tener que pagar el enorme subsidio: ya sea la deuda pública o con otros impuestos.

De verdad nos harían falta más debates para contrastar las propuestas, que como vemos en algunos casos son bastante buenas y viables fiscalmente, y en otros casos son malas o… muy malas. Los debates ayudarían a ir filtrando las propuestas.