Cinco cosas que aprendí de mi verano en Burger King

Mientras el 2 de julio transcurría en el país y Vicente Fox era puntero en las elecciones presidenciales del 2000, en la cocina de uno de los restaurantes de la cadena de Burger King, yo elaboraba hamburguesas o alguno de los productos que incluyen en su menú. A 13 años de aquella experiencia, ¿qué retomé para una carrera profesional?

1. Ponerte del otro lado del mostrador. A menudo, no nos detenemos para pensar en el trabajo que desempeña la persona que nos brinda el servicio. En uno de mis días en Burger King, el broiler (la herramienta para cocer la carne) se descompuso. “No hay hamburguesas”, era mi respuesta en el mostrador. Mientras algunas personas se resignaban a pedir otra cosa, algunos se terminaron las opciones de groserías. Estar de ese lado del mostrador me enseñó a entender que las acciones responden a un contexto.

2. Administrar tiempos. Aquel verano del 2000, Burger King pagaba por hora. La ventaja, mientras más horas trabajaba, más ganaba, pues las extra se llegaban a pagar en el doble que una normal. Administré mis tiempos para llegar una hora antes y salir una hora después. Si bien no junté una fortuna, para el breve tiempo que pasé, fui uno de los tres empleados de piso mejor pagados. Lo mismo pasa en otros niveles. En la posibilidad de que nuestros tiempos cuadren para ser más productivos y tengamos mejores resultados, avanzaremos en nuestra carrera.

3. Tener un objetivo. Entrar a trabajar a Burger King no fue fortuito. Mi meta era tener la posibilidad de obtener dinero para comprar un regalo previo al cumpleaños de mi madre. Esta meta me obligó a pensar en el sueldo, cómo lo iba a gastar y cómo iba a ahorrar. Darle un sentido.

4. Networking. Aunque mi propósito no era quedarme a trabajar en Burger King por más tiempo de lo que hice, la amistad que establecí con algunas de las personas valió para un ofrecimiento de un mayor tiempo. Por meses, después de mi salida, las relaciones que hice me ayudaron con sus opiniones de vista en otros aspectos.

5. Disfrutar lo que haces. Así sea en una cocina, en un lobby, en una redacción, en una oficina, ganes tres pesos o tres millones, si no disfrutas lo que haces, difícilmente estarás feliz. Aunque en los primeros tres o cuatro días soñé con hamburguesas, al final de mi primera semana ya disfrutaba de la gente y actividades que tenía.

Estos cinco puntos son experiencias propias. Mientras tanto, en Dinero en Imagen contamos con nuestra sección Aula, que cuenta con más contenidos especializados en temáticas abordadas aquí. Asimismo, puedes mirar una nota especial sobre la industria de las cadenas de hamburguesas en el país en este link.

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