Una revolución en el dinero| Dinero en Imagen

Imagíne que es el año 2040.

Usted entra a la tienda de abarrotes, y cuando busca la caja para pagar no la hay. No hay un lugar para pagar sus productos porque ya lo hizo.

Cuando entró en la tienda, un sensor le identificó, quizá por un anillo o reloj que está usando que transmitió la información. O quizá no necesite usar nada especial. Quizá un dispositivo en la tienda determinó quién era usted usando una combinación de reconocimiento facial, identificación de la forma corporal tridimensional y su andar.

Su identificador personal está vinculado a su cartera digital, que transmite el pago por los productos directamente a la tienda. Pero usted no paga en dólares. Su cartera tiene una docena de monedas digitales en ella, todas con valores diferentes basados en una variedad de factores, incluidos los programas de lealtad.

En ciertas tiendas, pudiera pagar con su versión de los kilómetros de viajero frecuente. En otras, podría pagar con el equivalente a una tarjeta de crédito virtual; excepto que la tarjeta de crédito no es emitida por un banco tradicional.

Quizá también pague con crédito que recibió a través de un mercado en línea entre individuos que conecta a los inversionistas con personas que buscan préstamos a corto y largo plazo. Así es como consiguió su hipoteca y financió su auto de conducción automática también.

Bienvenido al futuro, cortesía de la mente de algunos de los futuristas más ingeniosos que existen. Las escenas recién descritas pudieran sonar como si provinieran de una película futurista o un episodio de "Los Supersónicos" (“The Jetsons”). Sin embargo, es solo una visión intermedia del futuro; se vuelve más alocada a partir de aquí.

Si las últimas tres décadas revolucionaron las industrias de la información y las telecomunicaciones, las próximas tres quizá cambien totalmente los principios básicos de las finanzas: moneda, crédito y bancos, así como los sistemas de pago y transmisión. Sus hijos quizá incluso le pregunten: “¿Cómo era ver ese antiguo edificio llamado banco?”

En los últimos años, ya hemos empezado a ver indicios de una reorganización inminente: el surgimiento del bitcoin y el ecosistema que creció a su alrededor; la adopción de las empresas de préstamos entre iguales como Lending Club; y el lanzamiento de Square, el sistema de pagos, por mencionar algunos.

Y aun cuando usted crea que el bitcoin no es más que una moda – y bien podría serlo, dada su volatilidad, problemas de seguridad y potenciales retos regulatorios -, ha planteado la perspectiva de nuevas monedas virtuales y, al menos, mecanismos de transacción más baratos y más eficientes.

“El dinero es una idea filosófica muy interesante en que todos en la humanidad nos hemos puesto de acuerdo sobre este sistema”, dijo Ray Kurzweil, un futurista, inventor y autor.

Varios prominentes soñadores, incluido Marc Andreessen, quien encabezó el equipo que inventó el primer navegador de Internet comercial, dicen que creen que las nuevas monedas virtuales llegarán a dominar la manera en que pagamos las cosas en el futuro. “El bitcoin ofrece una amplia visión de la oportunidad para reimaginar cómo el sistema financiero puede y debería funcionar en la era del Internet, y un catalizados para reformar ese sistema”, escribió recientemente.

Otros futuristas sugieren que habrá docenas de maneras de pagar por los productos.

“Vamos a tener monedas emitidas individualmente. Ya tenemos corporaciones que emiten monedas: kilómetros de viajero frecuente, aunque la gente no los ve como tales desde una perspectiva legal”, dijo Heather Schlegel, una futurista y científica social que recientemente inició un proyecto llamado el Futuro del Dinero como una serie de documentales en línea apoyada a través de – qué más – Kickstarter, una herramienta de inversión de fuentes colectivas.

Schlegel espera explorar varios nuevos métodos de pago, transacciones y lo que todo eso significa. Parte de su exploración va más allá de cualquier cosa que podamos comprender hoy: Considera, por ejemplo, el tipo de manipulación del subconsciente que ocurre en la película de 2010 “Inception” como algo que realmente pudiera suceder en el futuro.

Aunque el futuro de las monedas quizá sea el mayor interrogante en torno a las finanzas, los cambios en los procedimientos de las transacciones y el futuro de los bancos quizá sean los más transformativos.

¿Qué sucederá cuando usted ya no necesite un banco que provea de capital? En lugar de eso que los inversionistas y quienes buscan crédito – individuos y empresas – se conozcan en línea. ¿Es esa una posibilidad real? ¿Cuáles son las ramificaciones regulatorias? ¿Estamos más interconectados o menos? ¿Dónde almacenará la gente su dinero en el futuro? ¿Y será seguro?

Estas son las preguntas que llenan no solo las mentes de los ejecutivos de hoy sino también las mentes de científicos sociales e inversionistas en Silicon Valley.

Por supuesto, aunque el futuro quizá parezca diferente, podría resultar ser familiar.

“Quizá nada vaya a cambiar realmente”, dijo Schlegel. “Quizá muchos de estos nuevos conceptos van a incorporarse en el dólar y el dólar evolucionará ligeramente, porque lo que está sucediendo es que todas estas nuevas ideas ejercerán presión sobre el dólar para que sea diferente”.

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