CIUDAD DE MÉXICO.- Todos nos damos “un lujo” de vez en cuando, y es válido. Las reglas de la sociedad nos dicen que a cambio de nuestro trabajo obtenemos dinero, que podemos gastar en lo que queramos (y necesitamos, por supuesto).
Esta regla, nos lleva a cometer grandes errores con nuestro capital, si ahorráramos mucho de lo que gastamos y no necesitamos, al final del año podríamos tener dinero para invertir de forma inteligente, comprar algún bien más importante, o simplemente para abonarlo para nuestro retiro. Vaya que lo necesitaremos.
Recomendamos: ¿Qué puedes hacer si no has comenzado a ahorrar para tu retiro?
Decidí contar en qué “tonterías” gasté mi dinero la semana pasada. Ahora estoy aterrado.
Los gastos que considero en la lista, sólo incluyen aquellos que pude evitar, no los necesarios como transporte.
Lunes
Como muchos, considero que comenzar una mañana es imposible (sobre todo inicio de semana), sin un café. “Afortunadamente”, camino al trabajo no se me cruzan las marcas de precios altos, pero sí un minisúper que poco a poco acaba con mi quincena.
$15 pesos
Después de la comida de oficina, pensé que merecía unos caramelos y algo más para “pasar el rato”. Seguro la pequeña llanta que apareció en mi estómago no está muy contenta con esta decisión.
Fui a la tienda y compré un agua mineral, cacahuates y unos caramelos.
$50 pesos
Pese a que tenía comida en la casa decidí pasar a comprar un pan dulce. Terminé llevando más piezas de las que necesitaba por el hambre.
$45 pesos
Total: 110 pesos
Martes
“Evité” la compra de un café, en cambio pasé a la tienda antes de llegar a la oficina para prever cualquier salida más adelante. Compré un yogurt para beber, unos chicles y caramelos tipo gomita.
$42 pesos
Para la cena decidí que “merecía” (después de un difícil día) alguna botana, compré papas fritas y refresco, que además de cuestionables en materia de salud, no caerían bien a mi cartera.
$31 pesos
Total: 73 pesos
Miércoles
Por algún motivo, el día que gasté menos de toda la semana, sólo compré un agua mineral.
$10 pesos
Jueves
En la mañana tuve antojo de un pan y algo sustancial para completar mi desayuno en casa. Compré una dona y un café de mini súper.
$28 pesos
Viernes
Muchos tenemos la idea de que el viernes es el día más permisible de todos y podemos “gastar un poco más”. En la comida salí con mi novia a comer pizza.
$250 pesos
Después fuimos al cine.
$300 pesos
Tomamos taxi a la casa.
$50 pesos
Total: 600 pesos
Sábado
Desayunamos en casa, pero después decidimos salir a pasear con mi hermano y su esposa. Pasamos por una hamburguesa con bebidas.
$300 pesos
Compramos un helado de postre.
$100 pesos
Después por un café (esta vez de una marca más costosa).
$150 pesos
Tomamos taxi a la casa.
$50 pesos
Total: 500 pesos
Domingo
Es un día generalmente tranquilo, pero decidí comprar cerveza. Un “six”.
$70 pesos
En la tarde almorzamos en casa, pero decidimos ir a la tienda por algo para “pasar el rato”.
$60 pesos
En la noche, los papás de mi novia nos dijeron que querían ir a cenar. Fuimos a un restaurante de mariscos.
$500 pesos
Total: 630 pesos
Total de gastos hormiga en la semana: $1,951 pesos.
Quizá la cantidad no suena a mucho, pero este promedio de gasto se parece mucho a mis gastos semanales, y pese a que muchos realizan cosas necesarias, me di cuenta que replicar costumbres como esta semanalmente significa al menos más de cien mil pesos al año. Recomendamos:
Recomendamos: Tras décadas de retraso, los cubanos podrán tener internet móvil
Mismos que bien podría utilizar para el enganche de un departamento, o incluso para comprar cosas más importantes y necesarias, o simplemente ahorrarlo para mi retiro.
Si lo pienso de este modo (seguro habrá semanas que gasto mucho más), ¿cuántas cosas que no necesito compro cotidianamente y están afectando directamente a al ahorro que podría aprovechar al retirarme?
En definitiva, pese a que no ha sido mi semana con más gastos, debo replantearme seriamente algunas costumbres. Al menos intentaré ahorrar una cuarta parte de ese dinero cada semana.
Muchos de los alimentos que compré eran más antojos, que necesidades, y ninguno de los que consideré, aportarán algo positivo para mi salud.
El truco para encontrar un gasto hormiga, consiste en identificar las cosas que pudiste evitar, que no son necesarias, y que, pese a que parecen insignificantes y baratas, a la larga se convierten en un impacto a tu bolsillo, si las contabilizas en periodos largos, como un año.
*dp
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.