Realmente es X

Muchas veces la fama pública no corresponde a las acciones privadas y, menos aun, a los hechos. Si usted escucha el nombre de Claudio X. González seguramente pensará en un hombre comprometido con la prosperidad de México, deseoso de contribuir desde su trinchera para lograr mejores niveles de bienestar para la gente; sin embargo, los hechos desmienten la fama pública de este hombre quien hasta fue asesor económico de Carlos Salinas de Gortari.

En la noche del miércoles este hombre le dio una puñalada por la espalda a la reforma laboral que, según parece, sería mortal. De una manera arbitraria y en contra de los acuerdos del CCE (que presidió en 1985 y 2000) actuó siguiendo un fantasma y utilizó a Francisco Rojas, quien se conoce su servilismo desde la época del quinazo del propio Salinas para frenar un dictamen que tenía todas las condiciones para funcionar.

Durante las últimas semanas Javier Lozano había venido construyendo, junto con los legisladores de PAN y PRI, un proyecto de dictamen que bien podría resultar ejemplar. La iniciativa del Presidente fue enriquecida por las opiniones de los que encabeza Beatriz Paredes y tenía un abierto apoyo de los líderes obreros representados en el Congreso.

Hasta ahí todo parecía perfecto. Los patrones representados por Mario Sánchez Ruiz estaban de acuerdo con lo que había trabajado el gobierno junto con los legisladores de los dos principales partidos, los líderes sindicales habían dado luz verde para el acuerdo, pero González le marcó a Rojas para exigirle que se parara el acuerdo.

El pretexto, al menos formal, es que tenía miedo que la jornada laboral disminuyera de 48 a 40 horas. Un tema en el que todos habían acordado que no habría cambio, que ni siquiera está en el interés de los líderes obreros de hacer una modificación en este sentido.

Rojas, que lamentablemente tiene poder catalizador en el Congreso, operó para que se parara la iniciativa. Es bien sabido que los legisladores no detendrán sus vacaciones para llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral, a pesar de que de dientes para afuera aseguran que es fundamental para la prosperidad del país.

En febrero estarán preocupados por las elecciones del Estado de México o por la carrera presidencial. Por el capricho de un hombre y el servilismo de otro fue parada la reforma laboral. Hace unas semanas Felipe Calderón le exigía a los legisladores (debió haber incluido a los líderes de iniciativa privada) que le dijeran sí o no le entraban a diversas reformas estructurales para el país.

Después de esta acción hay dos preguntas ¿Cuál es el interés que realmente movió a González? ¿Cuál es el balance de este hombre como representante de iniciativa privada?

RENOMBRADOS

-Supuestamente el lunes Arturo Barahona, en su carácter de imagen de PC Capital, tendrá que decir quiénes son los accionistas que aportarán recursos para la capitalización de Mexicana de Aviación. En este momento le podemos adelantar que no conseguirán accionistas. De hecho, Fernando Perfecto, ya dio la primera señal al decir que esta línea aérea volvería a operar a finales de enero. Comenzaron diciendo que sería en diciembre. No volverán al aire.

-Humberto Treviño es un personaje extraño y equivocado. Con tal de evadir su responsabilidad y proteger a Gilberto López Meyer ahora dice que es una empresa privada la responsable de cuidar los filtros de seguridad en el AICM.

Esta respuesta con la que trata de evadir la responsabilidad del gobierno en que tres sobrecargos hayan tratado de meter 140 kilos de cocaína en España, desconoce el artículo 47 de la Ley de Aeropuertos en la que dice que estos temas son responsabilidad de los concesionarios o permisionarios, así como del propio reglamento en el cual se detalla esta responsabilidad.

-Mony de Swaan y los miembros de la junta de gobierno de Cofetel creían que podrían esconder el informe de Transparencia Mexicana sobre la licitación 21 del espectro. Una vez que se ya se vio el documento completo es claro que hay una prueba más de que esta licitación estuvo mal hecha.

-El populismo de Marcelo Ebrard supera la incapacidad de Bruno Ferrari. Mientras que el secretario de Economía sigue propalando amenazas sin sustento a los productores de tortillas nixtamalizadas, el jefe de gobierno anunció un programa de 200 millones de pesos para “apoyar a las familias que se vean afectadas por el alza del precio de la tortilla”.

Ebrard no sólo está anticipando algo que hasta el momento es una simple amenaza gremial, sino además cometiendo una barbaridad populista. Sería mucho más barato que recomendara a la gente que si suben mucho las tortillas nixtamalizadas pues que compren tortillas hechas con harina de maíz.

Esta columna tomará vacaciones a partir de hoy y volverá a publicarse el próximo jueves 6 de enero.