La estrategia de González Barrera en road show

Cuando Roberto González Barrera vio el mercado internacional y las oportunidades decidió, a su estilo, tomarlas. Y fue hasta Ucrania a poner una planta de Gruma para fabricar cereales y botanas de maíz. Sin embargo, el monto de deuda de Gruma lo detenía para seguir la expansión. Y decidió realizar una jugada que podría verse como una desinversión, cuando, es todo lo contrario.

Gruma menos deuda; Banorte liquidez

Gruma está vendiendo el 8.8% del propio banco presidido por Roberto González Barrera, Banorte.

Gruma al vender 8.8% de Banorte podrá reducir el monto de su deuda entre 700 y 800 millones de dólares. Mientras que Banorte tendrá más acciones en el mercado haciéndose mucho más liquido para su operación.

Las dos empresas estarán ganando para su futura expansión.

Expansión en Ucrania, Asia y más

Gruma va por más. Ya tiene plantas en Asia. Ya tiene plantas en Europa Oriental con la reciente adquisición en Ucrania. Cuenta con una en Inglaterra. Y desde luego las de Estados Unidos.

Pero su problema es el monto de su deuda que llegó a ser de mil 546 millones de dólares después de haber tenido serios problemas con derivados, los cuales lograron ser renegociados y reestructurados con vencimientos de 7 años y medio.

Aún así necesitaba reducir el monto del pasivo total.

Al vender 8.8% de Banorte podrán obtener alrededor de 700 millones de dólares y disminuir a la mitad el monto total de la empresa que tiene más de una veintena de patentes para producir derivados de la harina de maíz, incluyendo desde luego las tortillas.

El Consejo de Administración de Banorte, presidido por el mismo González Barrera, y donde se hayan hombres de negocios como Carlos Hank Rhon, Mario Laborín, Bernardo Quintana Issac, Alfonso Romo o Adrián Sada, están pendientes del road show llevado adelante en estos días en México para vender dicha participación.

Banorte quiere base sostenible

En cuanto a Banorte, Roberto González Barrera quedó como el presidente vitalicio y busca institucionalizarlo para consolidarlo. Con la fusión con IXE que planean terminarla para marzo, también prevén consolidarse cerca del tercer lugar nacional en activos.

Además, con la inclusión del ex banquero central, Guillermo Ortiz como presidente del Consejo de Administración, así como con Alejandro Valenzuela, como director, planean buscar una base fuerte de captación de ahorro para consolidar sus movimientos.

Y nueva posición en la ABM

Quieren  hacer sentir su nuevo posicionamiento.

En varios rubros puede ser el tercer banco más grande del país, y desde luego, quiere hacer sentir la nueva composición de bancos con capital de control mexicano como son Banorte, Inbursa, Multiva o Azteca.

La nueva composición de los bancos con control de accionistas mexicanos quieren la alternancia en la Asociación de Bancos de México.

Ellos insisten no traer nada en contra de Luis Peña, director de HSBC, como fuerte candidato para ser el presidente de los banqueros. Pero no podemos pasar por alto que Peña fue director de Banorte y pudieron quedar rencillas.

Como sea, Banorte señala que apoyará cualquiera que salga del consenso entre los bancos con accionistas de control mexicano, sea Jaime Ruiz Sacristán u otro candidato.

Ferrari envía manual a la IP

Después de los discursos del sector privado donde pedían elevar precios exactamente al 3%, Bruno Ferrari, secretario de Economía, ya pidió poner un manual para los dirigentes privados y evitar que cometan estos actos de colusión de precios.

Parece increíble, pero así es: el secretario de Economía va a tener que decirles a los empresarios cómo evitar que caigan en la colusión de precios.

Lo que no se vale en la economía mexicana es ponerse de acuerdo para que todos, al mismo tiempo, eleven precios.

Y se está llegando al grado de tenerles que mandar un manual para evitar este tipo de declaraciones.

Ni hablar. El Consejo Coordinador Empresarial, presidido por Mario Sánchez, deberá discutir qué decir y qué no decir, y tomar en cuenta el manual que les enviará el secretario Ferrari.

El problema es que la inflación es un tema de expectativas y ponerse de acuerdo: si todos suben sus precios a determinado nivel, no se necesita ser sabio para saber que la inflación aumentará.