Las empresas deberían pagar 14 centavos por dólar para cubrir los costos medioambientales que su producción genera, asegura un estudio de KPMG Internacional.
Durante la última década, los costos medioambientales para las compañías han aumentado 50% y se calcula que cada 14 años se duplican, por lo que la visión de las empresas comienza a ampliarse más allá de los resultados trimestrales.
En el análisis ‘Esperando lo Inesperado: Construyendo Valor para el Negocio en un Mundo Cambiante’ (Expect the Unexpected: Building Business Value in a Changing World ) se calculan cómo las empresas pueden verse afectadas por 10 “megafuerzas” globales, tales como el cambio climático, la volatilidad de los precios del combustible y la energía, el abastecimiento y el costo del agua, la disponibilidad de recursos, el crecimiento de la población, entre otros.
Jesús González, socio a cargo del área de Sostenibilidad de KPMG, afirma que “si no se toman las medidas pertinentes y se adopta una planificación estratégica, los riesgos se materializarán y se perderán las oportunidades”.
KPMG resalta en un comunicado que el impacto ambiental resultante de la operación del negocio, podría ser cuantificado por algún regulador y a su vez sería transferido como multa o exigencia de reparo en daño a la organización.
La firma cita el caso de México, que a través de su Ley General de Cambio Climático emitida el pasado junio, ya sentó una plataforma para que,al menos de forma parcial, las prácticas de mitigación y/o penalización sean parte del esquema de negocio (por ejemplo, la medición y mitigación de emisiones de CO2).