CIUDAD DE MÉXICO.- El crecimiento económico futuro de México dependerá de su mercado interno, porque varios motores de de la economía global están apagados y nuestro país no va tener el “lujo” de contar con socios comerciales sólidos que jalen la carreta, advirtió el gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens.
“No vamos a contar con el lujo que en algunas épocas tuvimos, de tener socios comerciales sólidos, con economía dinámica que jale la economía mundial, la cual tiene ahorita varios motores apagados y entonces vamos a depender más de nuestro crecimiento interno”, reiteró Carstens.
Ante este panorama, insistió en que es necesario maximizar el crecimiento interno, mediante reformas estructurales, entre las que mencionó la laboral, para abaratar el costo de contratación y despido de trabajadores; y la energética, para abrir petróleo y electricidad al capital privado.
Durante su participación en la Sexta Conferencia Anual de Competencia y Regulación, convocada por México Compite, aseguró que con esas y otras medidas, se podrían reducir los costos de los insumos para las empresas y aumentar su competitividad.
A manera de resumen, comentó que los principales retos del país son flexibilizar el mercado laboral, inducir una mayor competencia e incrementar el acceso a insumos de mayor calidad y mejor precio, principalmente en sectores como energía, telecomunicaciones y transportes.
Explicó que la apertura del sector energético a la participación del sector privado propiciaría una mayor competencia y mejores precios para el consumidor, lo que reduciría el gasto de las familias mexicanas en algunos productos.
“En México la energía es cara y de mala calidad. En los dos componentes más importantes, electricidad y petróleo, la inversión está limitada a la capacidad del gobierno, la cual no es suficiente, por lo que sería muy benéfico que se pudiera complementar con capital privado. Eso redundaría en mayor competitividad y en precios mucho más accesibles”.
Comentó que, adicionalmente, es necesario procurar una mayor penetración del sistema financiero en el mercado y reiteró que una mayor oferta y otorgamiento de crédito contribuirá con por lo menos medio punto porcentual adicional al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Adicionalmente propuso invertir más en investigación y desarrollo, abatir el rezago educativo, mejorar los sistemas de seguridad pública y jurídica, así como el de transparencia y de rendición de cuentas para que haya menos incertidumbre y más confianza en el país.
Señaló la necesidad de que mantener la estabilidad económica, la cual, reiteró, es una condición necesaria pero insuficiente para alcanzar tasas de crecimiento sostenido más elevadas durante los próximos años.
Durante su exposición reiteró que la economía mexicana no tiene problemas como los que afectan a las economías más importantes del país, pues a diferencia de éstas, no presenta desbalances internos ni externos. Por el contrario, dijo, los principales componentes de la demanda mantienen una tendencia de crecimiento.
Asimismo, reiteró que las presiones inflacionarias que se han registrado obedecen a fenómenos temporales, por lo que la expectativa es que la inflación regrese a niveles de entre 3 y 4 por ciento durante los próximos meses.
Banxico no durará en ajustar su política monetaria
Banxico no titubeará en ajustar su política monetaria si los factores que han acelerado la inflación recientemente se vuelven permanentes, agregó Agustín Carstens.
El índice de precios al consumidor en México se ha mantenido sobre el 4% desde junio, mayor al objetivo del banco central de 3% más o menos un punto porcentual, principalmente debido a factores transitorios.
En agosto, la inflación tocó 4.57%, su mayor nivel desde el 4.97% de marzo del 2010, impulsada por precios más elevados de algunos alimentos.
"En nuestra última reunión de política monetaria, enfatizamos que no íbamos a titubear en la junta a ajustar la postura de política si veíamos que esos factores transitorios se volvían permanentes", comentó Carstens
La semana pasada, Banxico mantuvo su tasa clave en 4.50%, donde está desde julio del 2009, pero advirtió que podría subirla si empeoraban las presiones en los precios.
El índice de precios estaría encaminándose a la meta del banco central a partir del cuarto trimestre del año, según previsiones de la entidad monetaria.
Analistas privados en el más reciente sondeo del banco central estimaron que la tasa de interés referencial se mantendrá sin cambios hasta la primera mitad del 2013.
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