La historia de ellos es irónica. Lo es porque es de película y porque de no tener nada ahora los llaman grandes actores. De vivir en la calle pasaron a protagonizar impactantes historias en la pantalla grande y ahora ostentan el título de ganadores o nominados al Oscar.
Algunos tuvieron que vivir en sus autos ante la falta de una vivienda, pasaron hambre y la desesperación al estar completamente en la ruina pero un giro en sus carreras los llevó a la cima.
El mismísimo James Bond, el actor Daniel Craig tuvo que dormir en las bancas de los parques de Londres antes de conseguir el papel que cambió su vida.
Otro rudo que durmió en estaciones de autobuses fue Sylvester Stallone, quien fue más pobre de lo que alguna vez llegó a ser su personaje de Rocky Balboa.
Mientras tanto, el rey de la comedia, Jim Carrey vivió en algún momento en un auto Volskwagen en diferentes lugares de Canadá.
Los problemas financieros lejos de desanimarlos los impulsaron a seguir adelante y ahora esa parte de sus vidas es historia.