¿Qué impide que el mexicano ahorre?

Ahorrar se entiende tan sencillo como guardar algo para sacarle provecho después, pero diversos factores y la falta de una amplia consciencia lo complican.

Obstáculos como la falta de educación financiera, vivir al día y la desconfianza en las instituciones pueden convertirse en serios obstáculos para algo que los expertos consideran elemental para mantener finanzas sanas.

El consumo es un factor determinante pues “el ahorro actual es el consumo futuro” y es diferente para cada individuo, asegura F. Alejandro Villagómez en su libro ‘El Ahorro en México’.

Son muchos los elementos que afectan la decisión de ahorrar y quizá sea el ingreso lo que más importa, la lógica dictaría que a mayor ingreso mayor el ahorro pero es más complejo que eso.

De acuerdo con una encuesta de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), 29% afirma que le gusta gastar su dinero, 26% más asegura no contar con el hábito del ahorro y el 15% restante no sabe cómo hacerlo.

Gabriela Aguado, directora del Instituto de Finanzas Personales, relata que a finales de los años 70 en México, la fuerte inflación que devaluó tanto el poder adquisitivo de las personas perjudicó mucho a la práctica del ahorro entre la población.

“Las personas dejaron de ahorrar porque todo se trataba de comprar o en dos semanas tu dinero perdía valor”, asegura.

Por su parte Villagómez destaca el costo de oportunidad del consumo como un factor relevante ya que “si aumenta la tasa de interés, se consumirá menos hoy y se ahorrará más para consumir más mañana”, precisa el autor.

Esto se relaciona con una economía volátil que no tocó tierra hasta hace 15 o 12 años, lo que generó que las personas empezaran a perder la tolerancia a la frustración, a querer todo de manera inmediata, lo que permitió el auge a los pagos sin intereses para “comprar ahora y pagar después” en lugar de ahorrar ahora para comprar más adelante.

“Creemos que el tamaño de tu deuda es equivalente a la tolerancia a la frustración”, destaca Aguado.

Pero ahorrar no implica permanecer en un estado de frustración porque no puedes tener las cosas ya, lo que importa es delimitar metas y en la medida en que las tengas claras será fácil establecer cuánto necesitas ahorrar y durante cuánto tiempo para ver cumplido ese objetivo.

Lo recomendable es destinar 10% de tu ingreso al ahorro y mantenerlo como parte de un gasto fijo e inamovible por tres razones principales:

-Para alcanzar metas a corto y mediano plazo

-Contar con capital para invertir y lograr metas a largo plazo

-Tener un fondo para emergencias y que los imprevistos no golpeen tus finanzas.

*kdr