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CIUDAD DE MÉXICO.- A unos días del regreso a clases, entre los padres con hijos en edad escolar existe menor preocupación que en otros años para hacer frente a los costos que implica. De cualquier manera, un sector relevante está intranquilo por ese motivo. El periodo vacacional ha sido llevadero para los jefes de familia, quienes no parecen sentirse agobiados debido a problemas para atender a sus hijos. El próximo ciclo escolar se da en un contexto donde se cree cada vez menos que la educación impartida es óptima, de acuerdo con la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsiorentre padres de familia con hijos cursando algún nivel educativo.
Comparado con otros años, ahora los papás parecen menos preocupados en promedio para enfrentar el gasto del retorno a clases. Aun así, si bien una mitad siente tranquilidad, otra sí manifiesta inquietud porque el dinero no le alcanza (gráfico 1). Se siente (62%) que la cantidad de útiles que se pide es razonable (gráfico 2), pero otra historia pueden ser sus precios: 49% los considera altos o excesivos (gráfico 3) .
Cerca de la mitad dice haber gastado o prevé gastar dos mil pesos o menos para el próximo ciclo escolar, en tanto un tercio afirma que destinó o destinará entre dos mil y cinco mil pesos.
55% todavía no ha comprado los útiles de sus hijos. Adquirirlos no se puede adelantar en la mayoría de los casos porque los listados se entregan hasta que inicia el nuevo ciclo escolar (59% así lo expresa). Tampoco ayuda que en las escuelas se pida que los libros sean nuevos (59% dice que esa es la práctica).
La estancia de los hijos en el periodo vacacional no parece ser un episodio traumático para los papás. La mayoría no acudió con nadie, ni siquiera con familiares, para que se hicieran cargo de ellos (63%). Casi todos los padres (89%) dicen no haber tenido problemas (gráfico 4).
Pocos salieron a pasear fuera de la ciudad con sus hijos (18%). Sólo alrededor de 20% de los estudiantes acudió a algún curso de verano o realizó actividades como manualidades, ir al cine, al parque o a algún centro deportivo (gráfico 6).
La mayoría siente que sus hijos quieren seguir de vacaciones, aunque estén animados a regresar a clases (56%). En el lado opuesto, 37% manifiesta que sus hijos ya están aburridos y les urge volver a la escuela (gráfico 5).
Paulatinamente los padres dejan de tener una opinión positiva de la educación que se imparte en el país Mientras hace seis años 41% opinaba que era buena o muy buena, ahora sólo 31% lo cree así (gráfico 7). En cambio, 39% opina que es regular, cinco puntos más que en 2007 y 11 más que en 2008. Como corresponsables de esa educación “regular” se menciona principalmente a los propios padres (93%), aunque también a los alumnos (81%) y a los maestros (79%).
Por mucho, se piensa que para enfrentar el reto educativo se debe avanzar sobre todo en una mejor capacitación de los maestros (87% la mencionan). También se señalan con frecuencia la mejoría en los planes de estudio, becas e instalaciones educativas como aspectos importantes para alcanzar ese fin (gráfico 8).
Pese a la percepción poco favorable la gente se inclina a creer que en el caso de sus hijos sí se recibe buena instrucción. Vista por niveles, la mayor satisfacción se da entre los padres que tienen hijos en preescolar, bachillerato y universidad. Ese nivel de satisfacción disminuye algo entre quienes cuentan con hijos en primaria y secundaria.
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