Bruno Ferrari apoya las reformas

CIUDAD DE MÉXICO.- El ex secretario de Economía, Bruno Ferrari, considera que actualmente México tiene las condiciones que no existían antes para aprobar las reformas y lograr los cambios que sin duda harían crecer más la economía del país.

Durante la presentación de su libro Contrastes de 4 décadas, un recorrido por la economía de México, editado por Forbes, se manifestó optimista ante la posibilidad de que se consigan las reformas.

“El mensaje principal de este libro radica en que somos nosotros los que tenemos que construir esa realidad y no esperar a que alguien la edifique por nosotros”, subrayó.

“Es fundamental que la reforma energética salga adelante porque México la necesita; es muy importante que busquemos la forma de transitar por las reformas y las leyes que las hagan posibles, por ellos es muy importante escuchar a los legisladores”, enfatizó.

La obra

El texto de Ferrari advierte en sus conclusiones que las crisis que padeció en país en 1976, 1983, 1987 y 1995 “episodios amargos para la gran mayoría de los mexicanos, tuvieron en buena parte su origen en el aplazamiento deliberado de diversas decisiones en materia cambiaria y fiscal”.

Por lo anterior, advierte que puede haber atajos, pero al final del día la realidad cobra la postergaciones de las decisiones, por lo que recomienda tomar con seriedad todas las reformas urgentes; en el caso de la energética, enfatiza la necesidad de eliminar los subsidios y abrir el sector a la inversión y la competencia privada.

El libro resalta que las reformas son urgentes ya que hay diversos riesgos económicos para el país, como la latente crisis en los sistemas de seguridad social, la escasa competencia económica, la fragilidad de las finanzas públicas, la rigidez del mercado laboral y el agotamiento de nuestra riqueza petrolera. “Se debe priorizar el bien de México por encima de los intereses individuales o de grupo”, recomendó.

En la presentación, José Yuste, columnista de Excélsior, comentó que el libro compara las causas de las crisis de 1995 y 2008, las cuales son muy diferentes: la de 1995 se originó por causas internas, por un gran desequilibrio de la balanza de pagos, y la de 2008 tuvo sus causas externas.