Las mujeres en el negocio de las letras

CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo editorial en México no está caracterizado por la presencia masiva de mujeres en los puestos directivos. Son pocos los casos en los que mujeres dirigen un periódico o revista, pero desde otras trincheras ellas han aprendido a dar batalla al explorar temas sociales, políticos y financieros siempre con diferentes miradas.

Pero eso no ha detenido a Yoloxóchitl Casas, mujer emprendedora con más de diez libros editados por ella, de los cuales la mayoría giran en torno a temas de discriminación, sexismo, diversidad sexual y feminismo. Y es que para la confeccionista de libros “hay una necesidad de aprender, seguir investigando, escuchar, mirar tu realidad y contrastarla.”

Quizá como resultado de lo que ella llama “injusticias tontas” que vivió de pequeña en su familia ante un contexto donde se privilegiaba más a los hombres que a las mujeres, la mujer de grandes ojos negros alcanzó en los libros la forma de declarar lo que habría de cambiar en la sociedad.

“Los libros son algo inherente a mí, soy una mujer de papel”, dice la mujer cuyo padre fue impresor.

Atropellada por el feminismo

Así, a los 20 años, “el feminismo me encontró y me atropelló. Es una enfermedad infecciosa benigna”, dijo al referirse a la pasión que la lleva a elegir los temas de sus libros, que incluso han resultado en varias colecciones.

En 2010 el Consejo Nacional para la Prevención de la Discriminación (Conapred) asignó a Casas la creación de un libro con perspectiva de género. Para cuando se publicó, en 2012, el proyecto había crecido a cinco.

La Colección Matices dio forma a títulos como Ellas por ellos y Dos mundos bajo el mismo techo, un reto al tener que juntar visiones masculinas sobre temas femeninos. 

En Dos mundos bajo el mismo techo, Casas compiló la mirada de los hombres sobre el trabajo doméstico; vale recordar que para las mujeres se habla de una doble carga de trabajo, al realizar no sólo sus labores de oficina, sino las domésticas, que no son remuneradas.

En Ellas por ellos, el reto fue “trabajar con ellos para que vieran el mundo de las mujeres y lo tradujeran”, explicó Casas. En ese libro participaron hombres como Ricardo Trabulsi, fotógrafo de modas y fotoperiodista, y el modisto Macario Jiménez.

Confinadas a sociales

Ahora es común ver a reporteras y a reporteros por igual, y a veces a más mujeres que hombres, pero no siempre fue así. Casas, periodista de vocación fue una de las que abrió el camino para que las mujeres comenzaran a involucrarse en temas fuera de “la cocina del periodismo”, como se conoce a las secciones de sociales, explicó.

Hace algunos años, las reporteras debían esperar que sus compañeros salieran de la Bolsa Mexicana de Valores con el boletín, pues las mujeres no podían ingresar al edificio.

 “En la política empezamos a hacer preguntas distintas, abrimos brecha. Ya no se trataba de la canasta básica sólo como un asunto de ingreso-compra, empezamos a visibilizar el presupuesto familiar y las consecuencias que tiene que la población no tenga acceso a ella”, afirmó. 

Actualmente las reporteras tenemos un lugar en las distintas fuentes que conforman un medio, pero son contadas las mujeres que dirigen uno, Rosana Fuentes Berain, vicepresidenta editorial de Expansión; Carmen Lira, directora de La Jornada; y Fabiola Guarneros subdirectora editorial de Excélsior, son algunos ejemplos.

Pero según Casas, todavía se “tiene que cambiar hacia las direcciones de los medios, pues tenemos que aportar la visión del mundo de las mujeres que todavía es muy segregado.”