México y Estados Unidos juntos en campos transfronterizos

CIUDAD DE MÉXICO.- El Senado estadunidense aprobó ayer el acuerdo México-Estados Unidos de Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos en el Golfo de México, como parte de las negociaciones del presupuesto, informó ayer la Casa Blanca.

"Este acuerdo establecerá un marco ambientalmente seguro y responsable para explorar, desarrollar y compartir ingresos de recursos de hidrocarburos en las aguas más allá de las zonas económicas exclusivas de cada país", señaló la portavoz Cailin Hayden.

La iniciativa de hidrocarburos había sido ya aprobada y enmendada por la Cámara de Representantes para excluir una disposición de la Ley Dodd-Frank, que obligaba a empresas estadunidense a revelar pagos a gobiernos extranjeros, a lo cual se opuso la Casa Blanca.

El acuerdo firmado en febrero de 2012, y avalado por el Senado mexicano en abril de ese año, establece el marco legal para la administración de la región limítrofe entre los dos países en el Golfo de México, a fin de explotar comercialmente las reservas de petróleo y gas.

Mario Gabriel Budebo, ex subsecretario de Hidrocarburos de Sener y quien participó en la negociación del acuerdo, explicó a Excélsior que el tratado busca ordenar la explotación de los yacimientos transfronterizos entre México y EU en el Golfo de México, con el propósito de que no haya una explotación unilateral cuando existan yacimientos compartidos, porque transciendan la frontera de un país a otro.

acuerdo_201213_fotos_1.jpg

Pemex, que dirige Emilio Lozoya, compartirá los recursos energéticos que sean transfronterizos. Foto: David Hernández / Archivo

Acuerdos

El actual asesor de la empresa México Infraestructura expuso que el tratado internacional obliga a los países al intercambio de consultas e información en el momento que se detecte o sospeche de la existencia de un yacimiento transfronterizo y se detiene por el momento cualquier explotación unilateral de cualquiera de las empresas.

“De comprobarse la existencia de un yacimiento transfronterizo, se obliga a Pemex, o ahora con las reformas a las empresas que ingresen del lado de México, a firmar un acuerdo de unitización (unificación de yacimientos) con las empresas de Estados Unidos, en el cual se establezca el tamaño del yacimiento, de las reservas que contiene y el segundo es la distribución del yacimiento, esto es qué porcentaje corresponde a cada lado de la frontera, de acuerdo a peritajes y análisis técnicos”, abundó.

Manifestó que ambas cosas deben ser autorizadas por los dos gobiernos antes de que se inicie cualquier explotación.

“Posteriormente se tiene que firmar por los gobiernos de los dos países un acuerdo de operación, en el cual se define cuál es la empresa o consorcio que trabajará en el yacimiento y en qué términos.

“Se determinará previo al inicio de la extracción del crudo y el gas, los porcentajes que corresponden a cada país, de acuerdo como está distribuido en el subsuelo y acordado por ambos países”, recalcó.

Budebo manifestó que con la ratificación del tratado por el Senado de EU, el gobierno norteamericano podrá concesionar para su explotación áreas petrolíferas cercanas a la frontera con México, y las empresas concesionarias de Estados Unidos se obligan a regirse bajo el tratado de yacimientos transfronterizos.

El acuerdo firmado entre Estados Unidos y México en 2012 sólo contemplaba los alcances de la reforma de 2008, donde las leyes mexicanas prohibían que Pemex explotara de manera conjunta recursos con empresas privadas del lado estadunidense.

acuerdo_201213_fotos_2.jpg

Apertura

Sin embargo, la reforma constitucional en energía, que podría ser promulgada hoy por el presidente Enrique Peña Nieto, abrirá el sector de los hidrocarburos a la iniciativa privada mediante diversas modalidades de contratos, como son los de servicios, producción compartida y licencias.

Además condiciona a Petróleos Mexicanos el mantener sus proyectos de exploración, sólo si comprueba que cuenta con la capacidad óptima para desarrollarlos.

Hace unos días, Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, explicó que entre los proyectos que la paraestatal podría perder o compartir, se encuentran los yacimientos en aguas profundas del Golfo de México, donde los considerados con mayores reservas se ubican en las cercanías a la frontera de Estados Unidos.

Vale señalar que el acuerdo en el Senado de Estados Unidos fue aprobado con 256 votos a favor y 171 en contra.

Yacimientos en aguas profundas, campos maduros y el petróleo y el gas shale son tres áreas que representan grandes oportunidades para empresas privadas que se espera lleguen a México próximamente, informó el subsecretario mexicano de Hidrocarburos, Enrique Ochoa.

"Las tres son muy prometedoras, cada una en sus propias características técnicas y económicas", dijo Ochoa en una entrevista con EFE, en la que analizó los desafíos que surgen a partir de la Reforma Energética aprobada la semana pasada por el Congreso de la Unión y posiblemente promulgada hoy.

Facilitará las operaciones

Durante las discusiones de la reforma energética de 2008, los legisladores mexicanos establecieron que la explotación de los yacimientos transfronterizos debía llevarse a cabo al amparo de los Tratados Internacionales firmados por México, con el objetivo de facilitar la actividad coordinada y regulada de ambos países.

Del mismo modo se establecía dar certeza jurídica, así como distribuir de manera justa y equitativa los recursos, además de garantizar que las operaciones se llevaran a cabo de manera segura y ambientalmente responsable.

Como parte de estos trabajos, en 2012 Estados Unidos y México celebraron un acuerdo sobre la explotación de reservas de gas y petróleo que se extienden a lo largo de la frontera marítima internacional establecida entre ambos países en el Golfo de México.

El 20 de febrero del mencionado año, la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, en conjunto con la entonces titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), Patricia Espinosa, firmaron el acuerdo en Los Cabos, Baja California Sur.

Durante el acto protocolario, la funcionaria estadunidense afirmó en su discurso que las reservas no estaban divididas de manera ordenada en la frontera marítima, lo cual podría generar disputas que interfirieran con el trabajo de las petroleras de ambos países.

“Si hay un yacimiento que se encuentre en ambos lados de la frontera marítima esto suscitaría disputas sobre quién debe realizar la extracción o cuánto deben extraer. Este acuerdo, firmado hoy, ayuda a prevenir estas disputas. También, ayuda a promover la exploración segura, eficiente y equitativa, y la producción a lo largo de los yacimientos transfronterizos”, mencionó en su discurso.

Es así que el Senado mexicano ratificó dicho acuerdo en abril de 2012. Sin embargo, el Congreso de EU no hizo lo propio de manera inmediata, sino que mantuvo pendiente dicho documento hasta el día de ayer en que lo aprobó.

De acuerdo con información del Departamento de Estado del país vecino, dicho acuerdo tiene como objetivo el “mejorar la seguridad energética de América del Norte y respaldar nuestros intereses compartidos para ejercer la gestión responsable del Golfo de México”.

Se basa en el compromiso de una explotación segura, eficiente y equitativa de las reservas transfronterizas que se atiene a las más estrictas normas de seguridad y medio ambiente.

En el acuerdo establece un marco jurídico que fomenta la unificación de las reservas marítimas transfronterizas.

Una vez que entre en vigor, concluirá la moratoria actual sobre la exploración y producción del petróleo a lo largo de la frontera en la porción occidental del Golfo de México. Además facilitará la constitución de acuerdos voluntarios.