100 años surcando los cielos

Un siglo atrás, el 1 de enero de 1914,  Abraham C. Pheil probó que el concepto de la aviación generaba valor al pagar 400 dólares por un vuelo comercial que lo transportaría a través de la bahía de Tampa en Florida.

De la mano de Tony Jannus, quien fue el piloto del vuelo; Thomas Benois, quien construyó el avión, y Percival Fansler, el visionario que concibió la idea del servicio aéreo, nunca imaginó que la aviación se convertiría en una industria cuyo valor supera ya 2.2 billones de dólares,  da empleo a 57 millones de personas en el mundo y que durante 2014 servirá a 3.3 mil millones de pasajeros, es decir, casi la mitad de la población mundial según la más reciente previsión de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).

La aviación le ha dado a la gente la libertad e independencia para explorar el mundo, ha conectado personas y vinculado economías y al hacerlo ha contribuido al intercambio de culturas, ideas y a disminuir la pobreza. “Basta pensar lo diferente que sería nuestro mundo hoy si no fuera por la aviación” señaló Tony Tyler, presidente de dicho organismo.

Sólo para 2014, la IATA proyecta que las aerolíneas lograrán ganancias netas hasta por 19 mil 700 millones de dólares e ingresos por 743 mil millones de dólares, la cifra histórica más alta, que incluso supera el resultado de 2010, de 579 mil millones de dólares.

Andrés Conesa, director general de Grupo Aeroméxico y presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), dijo a Excélsior que la industria sirve a más de 55 millones de pasajeros, aporta 0.4% al Producto Interno Bruto (PIB) y 16 mil millones de pesos en contribución a las finanzas públicas. Además genera 158 mil empleos directos y  más de 100 mil indirectos.

“La aviación comercial cumple 100 años en un contexto de renovación tecnológica, transformación de los modelos de negocios y empresas que compiten en todo el mundo con una situación financiera y operativa sana.

Los cambios tecnológicos en la aviación han sido muy significativos. El siglo XX inició con vuelos de pocos minutos en aeroplanos de una o dos personas y finalizó con equipos de tecnología de vanguardia que permiten transportar a cientos de pasajeros a diversos destinos a miles de kilómetros”.

La industria pasó de los vuelos que sorteaban el clima al volar a baja altitud, a equipos que vuelan a miles de pies sobre el nivel del mar a una gran velocidad.

Y de motores de hélice, pasando por la era del jet, a turbinas que consumen menos combustible, con gran potencia y en algunos casos utilizan biocombustibles que reducen su huella de carbono, dijo.

El también presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) destacó que las aerolíneas migraron de un modelo con participación gubernamental, al de empresas con capital privado

en las que se privilegia la eficiencia operativa y mejora en servicio.

Víctor Hugo Valdés, doctor en Gestión Estratégica y Políticas de Desarrollo de la Universidad Anáhuac, explicó que la aviación es imprescindible para México no sólo por el comercio sino por el turismo, el tercer sector más importante en la actividad económica,  pues el país recibe más de 23 millones de visitantes internacionales al año.

“La globalización no se podría entender sin la aviación pues ésta ha pasado de un servicio restringido a pocos, a uno más accesible a la población”. 

Sin embargo, destacó que para que este sector sea aún más productivo en el país, se deben revisar problemas estructurales como la infraestructura, los costos aeroportuarios y de combustible y hasta la renovación de la política aeronáutica para dar mayor certidumbre a las aerolíneas.

El dato disponible más reciente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) detalla que  entre enero y noviembre de 2013 las aerolíneas nacionales han servido a 33 millones 761 mil 826 pasajeros nacionales y foráneos.