Perspectivas

13 Ene, 2014

Banxico y SHCP, por caminos diferentes

Uno de los momentos difíciles en una economía es cuando se contraponen las medidas monetarias y fiscales, y eso es lo que está ocurriendo ahora en México.

La política fiscal, ingresos y gastos del gobierno, tiene que orientarse a ser eficaz y puntual en el gasto y las inversiones del sector público, para alentar la recuperación de la economía luego de la caída del año pasado.

Por su parte, la política monetaria, en manos del Banco de México (Banxico), necesita hacer frente a la burbuja inflacionaria que se está presentando, y es probable que haya necesidad de elevar la tasa de interés de referencia.

Es decir, la política fiscal necesita meter el acelerador, y la política monetaria requiere meter el freno.

Las dos herramientas fundamentales para el manejo de una economía persiguen hoy por hoy propósitos diferentes.

¿Porqué se llegó a esta situación?

Por errores cometidos en 2013. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se durmió, y ante la tendencia bajista de la economía se le hizo bolas el ejercicio del gasto público. Gastaron tarde, muy tarde y con ello dieron señales de frenón a las que hicieron caso los agentes económicos. Muchas empresas frenaron su gasto, pospusieron sus inversiones, dejaron de contratar personal e incluso despidieron gente.

Por eso la economía mexicana se marchitó el año pasado y logró un crecimiento que a reserva de que INEGI lo confirme, no pasará de 1.3 por ciento.

El año pasado, el Banco de México actuó en congruencia con las señales que daba la economía y bajó dos veces su tasa de interés de referencia, tratando de alentar el gasto y la inversión con menores tasas.

Hoy, 2014 nace con una perspectiva diferente.

La Secretaría de Hacienda se da cuenta que la economía no puede seguirse marchitando y está decidida a gastar a tiempo, a crecer la inversión pública respecto al año pasado, a que haya más crédito en la economía, a aterrizar las reformas para que los agentes económicos nacionales y extranjeros desempolven sus proyectos de inversión, empiecen a contratar personal, estimulen sus ventas. Es decir, a que la economía vuelva a crecer.

Sin embargo, el Banco de México que tiene hoy por hoy una política monetaria laxa con la tasa de interés más baja en la historia moderna de México, se encuentra con el hecho de que le tiene que hacer frente a una burbuja inflacionaria que está apareciendo en las primeras semanas del año.

Derivado de la Reforma Fiscal vemos un aumento en los precios de muchos  productos.

O porque ahora tienen un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 16%; o como los refrescos, que tienen que pagar un  Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), o el caso de  muchos alimentos que pagan el impuesto a la comida chatarra.

Sin lugar a duda, hay una presión en precios y hay muchos que se suben a esa ola y aumentan los precios de sus bienes o servicios.

Se está produciendo una burbuja inflacionaria.

El fenómeno no está fuera de control, no estamos en una escalada de precios brutal, no se están  saliendo las cosas de control.

Hay sólo una burbuja inflacionaria que llevará la tasa anualizada por arriba de cuatro por ciento, cuando se es el límite máximo que se ha impuesto Banco de México y que ya el año pasado estuvo amenazado con una tasa inflacionaria de 3.96 por ciento.

La forma como Banco de México debe enfrentar esa burbuja es aumentando su tasa de interés de referencia. Ése es su instrumento y sin duda lo utilizará en las siguientes semanas en la medida que se confirme que hay presión de precios en muchos rubros.

Hacienda debe hacer todo lo posible por estimular la economía y sin duda el Banco de México actuará, como siempre, con la prudencia y el tino para no tomar medidas monetarias que maten la recuperación,

Hasta el próximo lunes con nuevas…PERSPECTIVAS.