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CIUDAD DE MÉXICO.- En diciembre de 2006, un joven le regaló a su abuela un blog con motivo de su cumpleaños 95.
Así, María Amelia López Soliño se convirtió en la bloguera de mayor edad en el mundo.
La fórmula para integrar a esta mujer a la tecnología fue entender los grandes alcances de la supercarretera de la información: descubrió una comunidad y de alguna manera un instrumento para combatir la soledad y marginación que en las sociedades actuales tienen las personas mayores.
A raíz de esta experiencia Alina Bassegoda Treviño decidió crear Mente en Forma un espacio social de aprendizaje tecnológico, entretenimiento y bienestar, para todo el que la considere ajena a su vida: mujeres de 40 años, incluso amas de casa, que nunca han tenido interacción con la tecnología, y una población adulta que va de 65 a 68 años.
La directiva asegura que al iniciar este proyecto tenía la intuición de que la gente adulta que se acercaba y utilizaba la tecnología conservaba la lucidez, por lo que se dio a la tarea de investigar.
Una de las principales finalidades que encontró en ello fue que la persona se vinculaba con la sociedad y dejaba de estar marginada y sola, sobre todo cuando los demás no te hacen mucho caso y no están dispuestos a escuchar la misma historia una y otra vez.
Desafío para el cerebro
La directora de Mente en Forma explica que uno de los efectos de la tecnología en el cerebro es que representa un desafío y ello permite a éste estar continuamente activo, es un desafío cognitivo y una forma de estarlo ejercitando continuamente.
“Envejecer es inevitable; sin embargo, la diferencia está en el deterioro de nuestros órganos, el cerebro no envejece como los otros órganos y la tecnología permite que las personas vivan un mayor número de años sanos”, dice Bassegoda Treviño.
La frase “músculo que no se ocupa se atrofia” resume lo que los estudios científicos de las universidades de Estados Unidos han encontrado: el ejercicio mental puede detener o retrasar el avance de las enfermedades cognitivas.
La estimulación cognitiva mejora la memoria, así como la velocidad y capacidad de procesamiento mental, lo que también genera una reserva cognitiva.
Uno de los grandes mitos y creencias es que sólo a cierta edad se puede aprender, los estudios científicos descartan esa teoría explicando que se ha encontrado que el cerebro es maleable durante toda la vida, no sólo en la infancia.
El cerebro cambia físicamente conforme aprendemos nuevas habilidades o recuperamos las que hayamos perdido. A esto se le llama plasticidad cerebral. A cualquier edad, nuestras experiencias y acciones influyen en la evolución de nuestro cerebro y de nuestras habilidades.
Otra de las funciones de la tecnología en la vida de las personas adultas que encontró Bassegoda fue que las empodera, ya que les permite conocer las bondades, por ejemplo de la banca en línea, la facilidad de pagar facturas desde la comodidad de su casa sin necesidad de ir al banco.
Finalmente, Alina Bassegoda refiere una cita en la que se asegura: el que deja de aprender es viejo, ya sea a los 20 o a los 80 años.
