¿Regulación del fondeo colectivo? El mal ejemplo español

CIUDAD DE MÉXICO.- El “crowdfunding” o fondeo colectivo, ha tenido un gran auge en los últimos años. De este tipo de recaudación de capital han salido grandes proyectos como el Pebble, reloj inteligente que precedió a los de grandes compañías, o hasta películas como “Veronica Mars”. También han pasado casos como el fondeo para los estudios de Paloma Noyola, la llamada “niña Jobs”.

El éxito de este modelo ha atraído la atención de inversionistas, pero también de autoridades.

La semana pasada se anunció en España un anteproyecto de Ley, aprobado por el Consejo de Ministros, que pretende regular el funcionamiento del fondeo colectivo en el país europeo.

El anteproyecto establece un tope a la recaudación de fondos por un millón de euros y de donación por las personas a 3,000 euros por proyecto o 6,000 euros por año por plataforma. Además, prohíbe a las plataformas realizar actividades que correspondan a empresas que ofrezcan servicios de inversión y crédito; tampoco se pueden promocionar los proyectos o imponer tarifas de acuerdo con el éxito de las recaudaciones.

Las plataformas de fondeo colectivo establecidas en España son las que resentirán el golpe. Entre ellas se encuentran: Comunitae, Goteo, Verkami, Lanzanos y Puentis.

Por si esto fuera poco, la legislación establecería sanciones a quienes infrinjan estas disposiciones con multas de hasta 200,000 euros y la revocación de su registro como empresa.

Los directivos de estas plataformas que han sido entrevistados por medios españoles coinciden en que es necesaria una legislación que brinde mayor protección tanto a los dueños como a los proyectos y sus fondeadores, pero consideran que esta propuesta va en la dirección incorrecta.

Desinformación e ignorancia son palabras que aparecen de manera común en el debate sobre este anteproyecto. Especialmente porque lejos de proteger este naciente actividad, se restringe su desarrollo.

En un momento de recuperación económica, que aún se siente como crisis entre los ciudadanos, el fondeo colectivo era una de las pocas maneras de obtener financiamiento, especialmente porque los bancos no ofrecen actualmente crédito de forma sencilla. Esta propuesta de ley agravaría la situación.

Además, los límites a la recaudación de proyectos dejarían fuera a aquellos que necesiten de grandes capitales, pero que también muchas veces son los que tienen mayor impacto. Mientras que la restricción a los donantes los obliga a discriminar entre proyectos, lo que hará que los más pequeños posiblemente nunca alcancen sus metas.

Si bien, como dicen los responsables de las plataformas, es necesaria una legislación que tome en cuenta el funcionamiento y las necesidades del ecosistema de fondeos colectivos y emprendimiento. La regulación debe ser para asegurar su expansión, no para limitar su desarrollo mediante restricciones y, ojalá nunca sea el caso, de impuestos.

¿Veremos en México medidas de este tipo? Esperemos que no, porque irían en contra de lo que el gobierno se ha comprometido a hacer en materia de emprendimiento y promoción del acceso a internet y nuevas tecnologías.

*bb