¿Por qué el ajuste en la expectativa de crecimiento de México?

CIUDAD DE MÉXICO.- Diversos factores son los responsables del persistente bajo dinamismo económico de México, los cuales incluyen desde factores de larga historia hasta coyunturales, los cuales acrecientan los problemas económicos y obligan a recortar las expectativas de crecimiento.

Del lado de los factores coyunturales, a nivel internacional está la desaceleración económica de Estados Unidos durante el primer trimestre del año, lo cual afectó la actividad económica de México debido a la fuerte correlación que guardan ambos países. Cabe destacar que persiste la recuperación en el vecino país, aunque las perspectivas de crecimiento para el presente año, ante la baja actividad registrada en invierno, fueron recortadas, razón por la cual disminuye de igual manera el crecimiento económico estimado para México este año.

En el ámbito interno, la desaceleración del gasto gubernamental a nivel federal, observado durante la última parte del 2013 y primera parte del 2014, generó un impacto negativo sobre la economía nacional debido a que este componente representa aproximadamente el 25% del PIB. Por otra parte, tanto el consumo como la inversión se vieron afectados por la entrada en vigor de la reforma fiscal.

La unión de una desaceleración en el gasto, la caída en el consumo y en la inversión, frena de manera coyuntural el crecimiento económico. Debido a que los efectos de la reforma fiscal han tardado más tiempo en desvanecerse de lo que se había anticipado en un principio, es posible que el crecimiento en el segundo trimestre del año, a pesar de que se espera sea mejor al del primero, pudiera no ser tan positivo como se creía.

Estos factores coyunturales y sus efectos persistentes disminuyen el crecimiento, provocando que las expectativas para el año tengan que ser recortadas.

No obstante, el bajo crecimiento de México también posee factores de muy larga historia condenando a un estancamiento económico de largo plazo, que ha mantenido al país creciendo alrededor de 2% anual en promedio durante los últimos 20 años.

Durante años, la falta de competencia ha provocado severas ineficiencias en el sistema productivo del país, limitando la innovación y por lo tanto la inversión y crecimiento. Además, la baja competencia presiona los precios al alza, ocasionando que otros sectores que los necesitan como insumos tengan que desembolsar una cantidad de recursos superior, elevando así los precios en cadena y privando a los consumidores de adquirir dichos bienes o servicios.

Por otra parte, la inversión de los distintos sectores no suele permear sobre el resto de la economía, principalmente por la falta de integración de las industrias. Esto significa que si una empresa se localiza en cierta ciudad pero compra y vende en otras partes, se impide la generación de un cluster que haría más eficiente la operación de esa industria. Así, la falta de clusters limita la creación de valor agregado y el crecimiento económico.

La esperanza que se tiene con las reformas es que, viendo el escenario poco alentador persistente (observable en los factores mencionados de larga data junto con la inclusión de los factores coyunturales) las reformas generen un antes y un después que pueda significar un incremento en el crecimiento potencial del país. Por una parte, la reforma energética en el largo plazo, aunado a un escenario más cercano al libre mercado, permitiría una mayor producción de petróleo, electricidad y gas, lo cual eficientizaría el lado de los costos de prácticamente toda la economía en general, elevando el crecimiento económico y la productividad de largo plazo, mientras que en el corto plazo la entrada de mayor inversión al sector generará un beneficio al PIB y atraerá más competidores.

No obstante, las leyes secundarias continúan retrasándose y con ello, la entrada de inversión al sector (que beneficiaría al crecimiento en el corto plazo). Lo mismo ocurre con las leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones.

Los factores coyunturales, aunados a los de larga data y la postergación de las leyes secundarias e incluso la imposición de ciertos factores que inhibirían su plena entrada en vigor, provocan que las expectativas de crecimiento potencial se ajusten a la baja, ubicándolas actualmente en 2.2%, el mismo crecimiento que se ha tenido en promedio en los últimos 20 anos.

Puntos sobresalientes

• Factores coyunturales como la desaceleración en EU han provocado recortes en el crecimiento esperado de México.
• Factores de larga historia limitan el crecimiento del país, como la falta de integración de industrias en estados específicos.
• El retraso en las leyes secundarias de las reformas energética y de telecomunicaciones reafirman la idea de un menor crecimiento económico en el 2014.

* La autora es Directora de Análisis Económico y Financiero de Banco BASE