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CIUDAD DE MÉXICO.- Fundrise, un sitio web que pretende atraer a una amplia variedad de inversionistas para financiar acuerdos de bienes raíces comerciales, ha recaudado más de 31 millones de dólares en su primera ronda de financiamiento de un grupo de prominentes patrocinadores del mundo de la tecnología, los bienes raíces y otros campos.
Con sede en Washington, Fundrise es un pionero en el financiamiento colectivo inmobiliario, permitiendo a individuos invertir directamente con solo 100 dólares en hoteles, edificios de departamentos y otros proyectos de desarrollo. Hasta recientemente, incluso los proyectos inmobiliarios a pequeña escala típicamente habían sido terreno exclusivo de los inversionistas ricos y las firmas de capital privado.
La compañía fue fundada por dos hermanos, Benjamin y Daniel Miller, en agosto de 2012, poco después de que la Ley JOBS legalizó el financiamiento colectivo, aunque empezaron a trabajar en el concepto desde 2010.
El nuevo dinero permite a Fundrise ampliarse nacionalmente y abrir la plataforma a grandes desarrolladores. En los últimos meses, casi 300 desarrolladores han firmado su incorporación a l sitio.
El interés de los inversionistas en el financiamiento colectivo inmobiliario está creciendo. En los últimos meses, Realty Mogul anunció una ronda de financiamiento de 9 millones de dólares de la firma de capital aventurero Canaan Partners, RealCrowd aceptó 1.6 millones de dólares en financiamiento semilla de la aceleradora de Silicon Valley y Combinator, Andreessen Horowitz, Maverick Capital y otros, y Groundfloor con sede en Carolina del Norte recaudó 300,000 dólares de inversionistas ángel.
La misión de Fundrise desde el principio ha sido permitir que cualquier residente de una comunidad invierta en bienes raíces que estén desarrollándose ahí, aun cuando tengan solo unos cuantos dólares para invertir.
La mayoría de los proyectos de bienes raíces comerciales son típicamente respaldados por inversionistas de capital privado que a menudo están muy lejos de la propiedad. Esa distancia, dicen los hermanos Miller, frecuentemente conduce a una disociación entre lo que se construye y las necesidades de la comunidad. Además, la cadena de intermediarios reduce las utilidades de los inversionistas.
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