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CIUDAD DE MÉXICO.- En diciembre del año pasado el Congreso aprobó diversos cambios constitucionales, principalmente al artículo 27, que permiten que empresas privadas puedan participar en los diferentes trabajos en materia petrolera.
Lo anterior con el objetivo de alcanzar el desarrollo de las áreas con potencial de gas shale y los campos profundos en el Golfo de México, ya sea de manera particular o en alianzas con Pemex.
Para analistas del sector energético, la aprobación de la reforma es una oportunidad y una evolución necesaria que permitirá generar riqueza y el abasto de insumos a precios competitivos en beneficio del país y de su sector industrial.
Entre los principales procesos, contemplados en estos cambios y que aún se están definiendo se encuentra la Ronda Cero, aplicada directamente a Pemex, así como la aprobación de la nueva normatividad que consta de 21 leyes, de las cuales nueve son nuevas y 12 que serán modificadas.
En lo que tiene que ver con el sector eléctrico, la reforma también permite la participación de la iniciativa privada, principalmente para generar electricidad y venderla a los grandes consumidores. Con esto se pretende generar una competencia directa para la Comisión Federal de Electricidad, con la diferencia que será ésta la única encargada de abastecer a los usuarios domésticos.
Las oportunidades
Para Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la reforma representa una oportunidad para que México pueda tener acceso a energía producida a costos eficientes, así como para desarrollar su sector a la par de la industria energética mundial.
Arturo Carranza, analista del sector energético de Solana Consultores, coincidió en que los cambios constitucionales permitirán generar riqueza, pues con abrir el sector a la iniciativa privada se podrá ampliar la renta petrolera y las inversiones en la industria, no sólo en hidrocarburos, sino también en el sector eléctrico.
Menciona que de no haberse aprobado la reforma, el Estado habría mantenido la tendencia negativa de producción e inversiones en los hidrocarburos, así como perdido las herramientas que hasta ahora ha tenido para garantizar los ingresos petroleros.
Entre tanto, la investigadora del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Ana Lilia Moreno, coincidió en que la reforma es la “evolución” que necesitaba México, que fue empujada por los malos resultados operativos que hasta ahora ha presentado Pemex en materia de producción de crudo.
LAS LEYES DE MAYOR IMPACTO
Ley de hidrocarburos
Define los mecanismos con los que el gobierno federal fomentará la exploración y explotación de hidrocarburos, no sólo por parte de Pemex, sino también de los privados.
Éstos deberán someterse a los procesos de licitación correspondientes y asumir cualquiera de las tres modalidades de contratos.
También crea el nuevo esquema de permisos y sanciones para los que no cumplan con lo establecido. Fortalece a la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía como reguladores, y a Hacienda para determinar los términos de los contratos y licitaciones.
Ley de la CFE
Establece a la CFE como empresa productiva del Estado, cuyo mandato es generar valor. Esto implica que la empresa podrá realizar las actividades necesarias para generar, transportar y comercializar energía eléctrica tanto a grandes consumidores como a los domésticos, al tiempo que deberá competir con los privados e incluso llevar a cabo proyectos en el extranjero.
Aun cuando cederá al Centro Nacional de Control de Energía la operación del sistema eléctrico, la CFE y sus subsidiarias podrán celebrar contratos con particulares bajo esquemas que les generen una mayor rentabilidad.
Ley de Pemex
Es una de las nueve leyes nuevas. En ella se cambia la definición de Pemex de paraestatal a empresa productiva del Estado, por lo que propone que cuente con autonomía presupuestaria y será su Consejo de Administración su órgano máximo de gobierno.
Esta ley establece la organización, operación, control y evaluación de Pemex, y la faculta a realizar trabajos en materia petrolera no sólo en México, sino también en el extranjero.
La ley busca fortalecer su gobierno corporativo, por lo que su consejo pasará de 15 miembros a 10, de donde saldrá el sindicato petrolero.
Ley del Fondo Mexicano del Petróleo
Esta ley crea un fondo que recibirá los ingresos petroleros generados por los contratos o asignaciones por exploración y explotación de hidrocarburos por parte de Pemex y principalmente de las compañías privadas que comiencen a operar en México.
El objeto del fondo es procurar la estabilidad de las finanzas públicas del país, canalizar recursos para pensiones universales, investigaciones científicas, desarrollo tecnológico, infraestructura y ahorro de largo plazo.
El Fondo será responsabilidad del Banco de México, bajo un contrato indefinido e irrevocable que suscribirá la Secretaría de Hacienda.
Ley de la industria eléctrica
Establece cómo se regirá la planeación y control del Sistema Eléctrico Nacional. En ella se estipula que la nación mantendrá la propiedad de las redes de transmisión y distribución.
Al mismo tiempo fomenta la competencia entre los nuevos generadores y suministradores, quienes podrán venderle sólo a los consumidores mayoristas.
Esto hará que los privados compitan en igualdad de condiciones con la CFE, para lo cual se crea el Centro Nacional de Control de Energía, que se encargará del mercado y a quien la empresa del Estado deberá entregar el control operativo del sistema.
Ley de órganos reguladores coordinados
La Ley otorga a la Comisión Nacional de Hidrocarburos y a la Comisión Reguladora de Energía las atribuciones necesarias para impulsar el sector energético.
Es por ello que tendrán autonomía técnica y de gestión respecto a la Secretaría de Energía, con la que sólo se coordinarán a través del Consejo de Coordinación del Sector Energético.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos realizará las licitaciones o asignaciones en materia de hidrocarburos. La Comisión Reguladora de Energía dirigirá el transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, con atribuciones en electricidad.
