CIUDAD DE MÉXICO.- Quienes alcanzan altos niveles (ya sea de liderazgo o de jerarquía) dentro de las organizaciones poseen un gran control de sus emociones, están motivados y tienen iniciativa (y sobre todo, les gusta lo que hacen).
Sin embargo, si no es así puedes ser todo lo opuesto: desde brillar por tu ausencia y no ser proactivo dentro de la organización hasta ser despedido por el poco compromiso y responsabilidad que tienes y, en consecuencia decirle adiós a las buenas referencias o a un puesto mejor remunerado.
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*livm