Tres obstáculos que te impiden ser auténtico

Ciudad de México.- Muchas veces nos preguntamos qué cosas nos impiden tener una conexión especial con los demás, es decir, si bien no siempre es posible establecer relaciones muy profundas con todas las personas, por lo menos es bueno compartir ese sentimiento de empatía.

A continuación, te presentamos tres obstáculos muy frecuentes que nos impiden ser auténticos con los demás.

Protegemos nuestra imagen

Es sencillo, ser auténtico significa mostrarnos ante los demás tal y como somos. Suena fácil de hacer, pero en realidad es difícil. Lo cierto es que estamos acostumbrados a hacer todo lo contrario, tenemos miedo de decir lo que pensamos, y más si se trata de las cosas que nos proyectan como alguien vulnerable.

A este temor debemos sumarle las inseguridades que se derivan como el no sentirse suficientemente atractiv@, inteligente o atlético son algunas de las cosas que nos detienen. Por el contrario, pasamos tiempo en la construcción de una imagen de alguien que quiere ser aceptado.

Toma tiempo, pero es preferible aceptar cómo somos, para luego mostrarnos a los demás.

Miedo al rechazo

Este debe ser el miedo más común de todos, los rechazos más dolorosos nos han enseñado a mantener nuestros verdaderos sentimientos y deseos para nosotros mismos. Esta estrategia nos mantendrá a salvo, pero también nos aislará del resto del mundo.

Pero no todo está perdido, gracias a que tenemos la capacidad de sanar, es posible volver a confiar en los demás. Ser gentil con los demás cura las heridas y nos vuelve a proporcionar fuerza para seguir adelante.

Nos da pena ser vistos

La realidad es que una vez que la gente nos busca y quiere, el verdadero temor surge cuando nos ven cómo somos realmente, y con ello, se corre el riesgo de que no les guste. Siempre que creemos tener algo feo o desagradable lo escondemos para que nadie lo conozca, por aquello del miedo al rechazo.

Pero como ya vimos, el escondernos sólo tiene como resultado soledad y depresión. Esconder estos aspectos sólo nos bloquea para poder intimar con los demás. Lo importante es aprender a correr estos riesgos, y con ello vivir con las consecuencias de nuestros actos.

Con el tiempo, cuando vencemos estos obstáculos las recompensas se vuelven más gratificantes. Muchas veces no significa que vayan a desaparecer, sólo aprendemos a vivir con ello y a superarlos cada que se presentan.

Jbf