La paulatina decadencia de las materias primas

Para detener el declive del precio del petróleo, la OPEP se plantea reducir su objetivo de produc-ción para el año que viene en su reunión del 27 de noviembre. En lo que llevamos de 2014, el precio se ha derrumbado 26% tras desplomarse 40% en 2013
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Foto: Especial
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CIUDAD DE MÉXICO.- Hace  poco, en estas páginas, nos preguntábamos el porqué de la estabilidad del petróleo si había conflictos bélicos en Oriente Próximo. Pues bien, pese a que en las últimas jornadas las fuerzas de Estados Unidos junto con sus aliados han intensificado sus ataques sobre Irak y los han ampliado a Siria, los precios del petróleo se han seguido deprimiendo. El lunes pasado, el barril del West Texas Intermediate (WTI) cerraba en l91.52 dólares, su nivel más bajo desde mayo de 2013 luego de tocar un máximo para este año de 107.26 el pasado 20 de junio, lo que implicaba una ganancia en el año de nueve por ciento.

Todo ese avance ha sido dilapidado en los tres últimos meses: desde ese pico, el precio de WTI se ha desplomado 12.9 por ciento y el viernes el barril ofrecía un rendimiento negativo de 5.1 por ciento en el año.

Pero esa tendencia a la baja no es exclusiva de los precios de petróleo. El índice CRB, que sirve de referencia para el mercado de las materias primas en su conjunto, se ha derrumbado en los tres últimos meses luego de una primera mitad de año pletórica. A finales de junio, el índice ofrecía un rendimiento de 11.6 por ciento, muy por encima del S&P 500. Sin embargo, a partir de esas fechas entró en una rápida tendencia a la baja que le hizo borrar las ganancias acumuladas durante los primeros seis meses del año. El viernes el índice CRB cerraba en 280.28 puntos, completamente plano respecto al nivel donde terminó en 2013 (280.17) en tanto el S&P 500 ha fortalecido su senda “bull” o alcista y apenas el pasado 18 de septiembre concluía en un nuevo máximo histórico, dos mil 100.36 puntos, lo que arrojaba un rendimiento acumulado en el año de 8.8 por ciento.

Tampoco esa tendencia es nueva: llevamos ya tres años en los que las cotizaciones de las materias primas se han venido debilitando paulatinamente.

Sin avance claro

El rally observado durante los primeros seis meses del año parecían revertir esa tendencia: no habíamos visto un inicio de año tan espectacular desde el primer semestre de 2008. Pero el tercer trimestre del año los devolvió a la realidad.  ¿Qué factores explican el reciente declive de las materias primas?

En término generales, hay cuatro factores fundamentales que explican el menor encanto de las materias primas a ojos de los inversionistas. En primer lugar, las dificultades de China para mantener el ritmo de expansión económica del pasado, cuando crecía a tasas de doble dígito. China precisa de inmensas cantidades de materiales básicos  para mantener en funcionamiento su colosal industria, intensiva en materias primas. El gigante amarillo es el mayor consumidor de cobre, hierro, y  carbón, y el segundo mayor importador de petróleo detrás de Estados Unidos. Además, es el principal comprador de soya.

A ese potencial de menor demanda de materias primas por China se une un segundo factor en liza, que es el exceso de oferta, lo que es especialmente cierto para algunos inputs industriales como el hierro, carbón y cobre, así como para el petróleo y para algunos productos agrícolas como el maíz y la soya tras la fabulosas cosechas de este verano.

El tercer factor es la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed): parte del auge de las materias primas se explica por la agresiva política expansiva del banco central estadunidense. Al igual que otros muchos instrumentos financieros como las acciones, los bonos soberanos, la deuda corporativa, o los activos de los mercados emergentes, las materias primas se convirtieron en una apetecible alternativa de inversión que además cumplía un efecto de protección para los inversionistas contra los riesgos inflacionarios y la depreciación del dólar, dado que las materias primas se cotizan con la divisa americana.

Esa tendencia se está revirtiendo conforme la Fed deja de inyectar liquidez al sistema y se plantea comenzar a subir las tasas de interés. El cuarto factor es, precisamente, el dólar, que ha sufrido una brusca apreciación desde julio, coincidiendo con la debacle de las materias primas y los planes del Banco Central Europeo por acometer políticas monetarias más expansivas en la eurozona.

Dicho esto en términos generales, cada mercado tiene luego su propia particularidad. Veamos, someramente, qué ha pasado con los precios de la energía, de los metales preciosos e  industriales y de los productos agrícolas.  

Petróleo y gas natural

A los ojos de los mexicanos, el precio del petróleo es el que reviste mayor importancia, al depender un tercio de los ingresos públicos de su comportamiento, así como una buena parte del éxito de la Reforma Energética. Pese a la guerra de Irak y Siria, el precio del crudo no sólo no se ha levantado como ha sucedido en conflictos anteriores, sino que se ha seguido deprimiendo. En estas páginas ya hemos dado algunas razones: en primer lugar, los yihadistas no han amenazado las grandes reservas petroleras de Irak, que se encuentran al sur del país; y por otro lado, por primera vez se ha logrado, aunque sea quizás de manera coyuntural, una alianza de Estados Unidos con sus enemigos tradicionales en la región como Irak e Irán contra un enemigo común: los radicales suníes de Estado Islámico.

Pero además, el incremento de la producción de crudo en Estados Unidos ha mudado el tablero estructural del mercado energético. Conforme sus pozos extraen más petróleo, sus necesidades de importación han venido menguando, y ese exceso se ha ido incorporando a la oferta global, deprimiendo los precios de los energéticos en un momento en el que la demanda esperada para 2014 se ha revisado a la baja por el menor crecimiento esperado en Europa y China.

La Agencia Internacional de Energía y la OPEP recientemente redujeron la demanda esperada de petróleo para este año y 2015.

De hecho, para detener el declive del precio del petróleo, la OPEP se plantea reducir su objetivo de producción para el año que viene en su reunión del 27 de noviembre. En lo que se refiere al gas natural, el auge en su producción junto con un verano relativamente templado en la costa este de Estados Unidos ha provocado una severa caída desde los máximos de junio.

Resto de materias primas

El oro y la plata son los metales cuyas cotizaciones más se han visto afectadas por las expectativas de una subida de tasas por parte de la Fed y la apreciación del dólar. Desde su nivel más alto del año, mil 383 dólares por onza de marzo, se ha derrumbado más de 12 por ciento y ya cotiza en torno a mil 215 dólares.

La plata, que rozó 23 dólares, se ha despeñado casi 24 por ciento, a 17.54 dólares.

En lo que se refiere a las materias primas industriales, China es la causante de los males, y los que peores salen librados son el mineral del hierro, que cotiza en mínimos de cinco años y el carbón, en los niveles más bajos en seis años porque la caída del consumo no sólo se debe al menor dinamismo de China sino a un mayor rigor en las políticas ambientalistas.

Australia, cuyos principales productos de exportación son el hierro y el carbón, atraviesa en consecuencia dificultades. Algo similar ocurre en Latinoamérica, sobre todo en Chile, como resultado de la caída del precio del cobre.

Una excepción es el níquel, que en lo que llevamos de año ha trepado 20 por ciento debido a las restricciones a las exportaciones de Indonesia. Sin embargo, se ha desfondado ya casi 20 por ciento desde su reciente máximo. 

En el caso de los granos, el maíz se ha hundido a un mínimo de cinco años como resultado de una cosecha récord en Estados Unidos, el mayor productor de maíz. Dicha tendencia puede continuar en lo que resta de año. Eso son buenas noticias para países como México, cuya canasta básica depende en gran medida del precio del maíz. En lo que llevamos de año, el precio se ha derrumbado 26 por ciento tras desplomarse 40 por ciento en 2013.

En el caso de la soya, sus precios se ubican en mínimos de cuatro años en tanto el trigo, que también ha caído 26 por ciento en este 2014, se ubica en sus niveles más bajos desde 2010. El café es el caso opuesto.

Una severa sequía en Brasil ha provocado un alza en sus precios de más de 55 por ciento, y es la materia prima con el mejor comportamiento en el año.

* Director de llamadinero.com

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