:quality(75)/media/dinero/images/2014/11/netflixg251114.jpg)
CIUDAD DE MÉXICO.- Han pasado dos años desde que Reed Hastings, CEO de Netlix, llegó a México a presentar su servicio de contenido bajo demanda de nombre Netflix. Son dos años que, asegura, lo han sorprendido, sobre todo por el crecimiento que ha tenido el país en la penetración de banda ancha, y cómo se está a la expectativa de la llegada de dos nuevas cadenas de televisión que podrían incrementar la competencia en el país, y mejorar la oferta de series, noticieros y películas.
Pasado el mediodía, Hastings toma asiento en una silla parecida a la que usan los directores de cine, termina un bocadillo dulce, se limpia los dedos y saluda efusivamente. Pasa saliva y se concentra en contestar qué opina sobre la posibilidad de hacer sinergia con los ganadores de estas nuevas cadenas de televisión en México para mejorar su oferta en internet, y si es posible que él pueda ofrecer sus series originales para que se transmitan en estas opciones que verán la luz el próximo año.
Interesante ver lo que viene. Siempre hemos estado abiertos a que empresas mexicanas, sobre todo nuevas, ofrezcan sus productos. Desde hace ya unos meses trabajamos con varios productores para crear e invertir en series locales para Netflix, algo que aún falta impulsar más localmente. Te puedo hablar de Nosotros los Nobles, que le auguramos un buen éxito. Llegamos a cinco millones de usuarios en América Latina, donde México es parte esencial.
Prácticamente esto (Netflix) funciona ahora con cadenas como CBS, en Estados Unidos, o BBC, en Reino Unido. Pienso que se ofrecerá buen contenido directamente para los consumidores con dos nuevas cadenas, y estamos abiertos a ver alianzas o intercambio de contenidos”, dice Hastings.
Respecto a llevar contenido que se hace en empresas mexicanas a Netflix a corto plazo, Hastings sonrié y explica que sólo es necesario que haya acercamientos para hablar de negocios en contenido.
Podría ser. Internet crece y es una gran oportunidad de crear nuevos servicios, socios. Cada quien está tratando de hacer mejoras, que sea lo más atractivo para los consumidores”, añade.
Respecto a qué posibilidades ve de que la televisión tradicional vaya a cambiar radicalmente hacia internet como lo hacen ya los periódicos y otros medios de comunicación en todo el mundo, o si servicios como Netflix son ya los verdugos de los grandes emporios del sector, Hastings asegura que hay cambios que países como México verán aún a mediano plazo.
No, los grandes emporios televisivos se convertirán sólo en emporios de internet. Empresas tradicionales en México hará contenido en la red, como CBS o HBO en Estados Unidos, o la BBC en Reino Unido. Todos ellos se trasladarán a internet. No se trata de una pelea a muerte; es una competencia, donde hay alianzas e intercanbios de contenido, sólo se trata de ganar el interés de los consumidores”, explica Hastings.
Sobre si en esa competencia puede haber algunas trampas que puedan afectar el desarrollo y desempeño de la compañía que fundó, como es el tema de la discusión de la neutralidad de internet en Estados Unidos, ya que existe fuerte presión por parte de los carriers que ofertan el servicio de internet en aquella nación, el directivo asegura que no es un tema que le preocupe.
La neutralidad es la idea de que internet debe permitir que cualquier servicio funcione y nadie pueda bloquearte, sin excepción, en cualquier lugar, ya sea Estado Unidos, México, etcétera. Eso es lo que ocurre”, dice sin inmutarse.
Mientras se le explica que hay millones de usuarios que están en contra de este tipo de propuestas de controlar y cobrar más por el servicio de video en streaming en internet, sobre todo la llamada generación Milennials, Hastings aplaude y asegura que eso es bueno para ellos, y que gracias al aumento en el uso de dispositivos móviles con acceso a la red, hay Netflix para rato.
Se han invertido más de tres mil millones de dólares en todo el mundo. Actualmente estamos en un punto de equilibro, incluso con 53 millones de suscriptores, pero está bien porque estamos trabajando en más contenido, continuamos haciendo mejor a Netflix y aumentando nuestra cartera de usuarios”, afirma.
Hastings se levanta de su silla, extiende la mano para despedirse, no sin antes reiterar que los servicios digitales como Netflix no canibalizan el negocio de las cableras. “Por el contrario, nos complementamos”.
Al despedirse da la vuelta y recuerda una última pregunta sin contestar. “Hace dos años estuve en Costa Rica, que tiene un gran servicio de internet. Pensé: cómo es esto posible, y hablé con los costarricenses y algunos funcionarios del gobierno que colocaron fibra óptica y se aseguraron que cada parte de Costa Rica fuera de alta velocidad. Cosas similares sucedieron en otros países, como en México, donde la fibra óptica se está usando más; no es solo para el entretenimiento, sino también para la educación, el aprendizaje, la política, la medicina. Todo esto reúne a la gente. Pienso que la fibra óptica que es una gran inversión tanto para el sector privado como el público, y eso es lo que debe seguir haciendo este país para crecer”.
El futuro de la televisión en los próximos 15 años se encuentra en ofrecer contenido a través de internet, porque así se da a los consumidores el “control” sobre lo que quieren ver y cuándo, advirtió el CEO de Netflix, Reed Hastings.
Durante su visita a México, comentó que varias empresas del sector televisivo alrededor del mundo se han percatado del potencial que tiene internet y el modelo de video bajo demanda.
El también fundador de la plataforma puso algunos ejemplos de esta nueva tendencia, como Televisa, que ha lanzado su oferta VEO en el país.
El uso de internet también permitirá mejorar las características de audio y video mucho más rápido”, aseguró en conferencia.
Tuvieron que pasar dos décadas para que la calidad de la imagen en las televisiones pasara de un estándar a alta definición, pero con el internet y la necesidad de ver videos bajo demanda pasar de alta definición a ultra alta definición puede hacerse en cinco años.
A esto se añade que varios países están implementado programas para mejorar la conexión a internet, en particular la velocidad, haciendo uso de la fibra óptica.
Hastings indicó que uno de los principales focos de Netflix es el contenido, por lo que se han enfocado a comprar licencias de programas y películas al mismo tiempo que generan contenido original, aunque el siguiente gran paso es cambiar la forma en que se distribuyen las películas.
Estamos viendo cómo cambiar la exclusividad, queremos que los estrenos de películas puedan verse en los hogares al mismo tiempo que salen en el cine y los cines están temerosos de esto”, resaltó.
Un avance en esta materia es que la secuela de la película El Tigre y el Dragón se presentaría al mismo tiempo en cines y en Netflix, a lo que se añade la creación de cuatro películas estelarizadas por Adam Sandler exclusivamente para la plataforma siendo la primera lanzada el siguiente año.
El objetivo es que los usuarios no tengan que esperar, precisó el CEO, de lo contrario ganaría terreno su competidor más fuerte, es decir, la piratería.
Hastings recordó que Netflix comenzó operaciones en América Latina hace tres años y en ese tiempo han tenido un importante crecimiento hasta alcanzar cinco millones de usuarios, aunque en un principio enfrentaron retos como las formas de pago o las velocidades de internet.
En este sentido afirmó que tienen perspectivas de crecimiento importantes en México, ya que están ofreciendo nuevas formas para que la gente pueda probar el servicio como las Gift Cards.
Por su parte, Jonathan Friedland, director global de comunicación de Netflix, explicó a Excélsior que la competencia no es un tema que les preocupe, en particular en México derivado de la Reforma de Telecomunicaciones: al contrario es algo que los impulsa y que ayuda a que cada vez más gente elija servicios de video bajo demanda.
El fundador de la empresa estadunidense agregó que la neutralidad de la red es un tema que puede convertirse en un “problema potencial”, ya que países como EU o México no cuentan con una regulación como Chile o Brasil.
