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CIUDAD DE MÉXICO.- Los trabajos formales del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) comienzan hoy en medio de un mayor pesimismo de los líderes de empresas globales acerca del futuro de la economía y de dudas respecto a la capacidad de los gobiernos y las instituciones para solucionar los problemas más urgentes de las personas, como son el empleo y la seguridad.
Algo peculiar distingue a este foro ya que las empresas y sus directivos, quienes antes eran los encargados de adoptar una actitud crítica para buscar soluciones a la problemática social, son ahora los cuestionados debido a irregularidades administrativas en grandes firmas, que incluyen manipulación cambiaria y de tasas de interés, caídas de aviones, robos de datos, irregularidades administrativas y el peor brote de ébola de la historia.
El barómetro anual de confianza Edelman, publicado ayer en Davos, mostró un fuerte declive general en ese aspecto. La fe en gobiernos, empresas, medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales se ubicó por debajo de 50 por ciento en dos tercios de los países.
La lista de lugares donde la desconfianza entre la población general ahora es dominante incluye a Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Rusia y Turquía.
Para México la percepción de los presidentes y directores ejecutivos (CEO, por sus siglas en inglés) acerca del país como un mercado que les presenta oportunidades de crecimiento bajo un poco.
“México a pesar de que es menos favorable respecto del año pasado, aún está entre las principales naciones de elección, junto con Colombia, Corea y Vietnam”, señala la 18 Encuesta Global Anual de CEO de PwC.
La versión del año pasado de ese estudio ubicaba a México y Tailandia entre los diez mercados prioritarios y en la mira de los negocios de sus corporaciones y se consideraba que el país se podría convertir en la séptima economía más grande del mundo en 2050.
Los elegibles
La encuesta de este año señala como mercados prioritarios de los líderes empresariales a Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido, Brasil, India, Japón, Rusia, Indonesia, Australia y México.
Agrega que los presidentes de firmas se sienten menos optimistas respecto a los pronósticos de crecimiento global en comparación con el año pasado, aunque la confianza en su capacidad para incrementar los ingresos de sus compañías permanece estable.
El sondeo, aplicado a más de 1,300 CEO, revela que 37 por ciento de ellos cree que el crecimiento económico global mejorará en 2015, en contraste con 44% por ciento de 2014. Además 17 por ciento de los consultados cree que el crecimiento económico global disminuirá. El año pasado la cifra fue de 7%. El 44 por ciento restante espera que la situación económica permanezca estable.
Los CEO de Asia-Pacífico son los más optimistas en torno a la economía global, ya que 45 por ciento prevé que mejore. Después están Medio Oriente (44 por ciento) y Norteamérica (37 por ciento). Sólo 16 por ciento de los de Europa Central y Oriental espera una mejoría económica. En tanto, los de economías emergentes, como India, China y México, se sienten más optimistas en torno a la economía que los de economías desarrolladas, como Estados Unidos y Alemania.
Otra visión de lo que viene
El sondeo de Edelman, levantado entre 27 mil personas en 27 países, enfatiza que el panorama es particularmente oscuro para los mil 500 líderes empresariales que se reunirán en Davos.
“No sólo ha caído la confianza general en las empresas, después de recuperar algo de terreno tras la crisis financiera de 2008, sino que también la fe en presidentes ejecutivos como portavoces creíbles, que bajó por tercer año consecutivo”, recalca.
Richard Edelman –jefe de la empresa estadunidense de relaciones públicas, que encargó el estudio– dijo que “la caída de la confianza es preocupante, la cual se debió a los eventos impredecibles e inimaginables de 2014”.
“Al reaccionar a estos acontecimientos las mayores instituciones mundiales han parecido estar fuera de sintonía”, comentó.
“Realmente no está relacionado con el desempeño económico porque no hay nada catastrófico en el frente económico como en 2008-09”, agregó.
Ante las noticias de diversos ataques cibernéticos y los peligros de robos de información, los líderes de empresa expresaron que la innovación tecnológica está teniendo lugar demasiado rápido, impulsada por la codicia de las empresas más que por un deseo de hacer del mundo un lugar mejor.
Los consumidores quieren una mayor regulación de negocios en todas las grandes industrias, pero tienen poca confianza en que las autoridades desarrollarán e implementarán leyes apropiadas.
Según PWC entre las principales preocupaciones de los CEO están: la sobrerregulación, en 78 por ciento de los casos; los déficits fiscales y las deudas (72 por ciento), la incertidumbre geopolítica (72 por ciento), el incremento de impuestos (70 por ciento), las amenazas cibernéticas y la falta de seguridad de la información (61 por ciento); la inestabilidad social (60 por ciento), los cambiantes patrones de consumo (60 por ciento) y la velocidad de los cambios tecnológicos (58 por ciento), entre otros.
Como en las ediciones anteriores, en las 280 ambiciosas sesiones de trabajo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se debatirán los principales temas de interés y preocupación de empresarios, académicos, funcionarios de gobierno y la sociedad civil: crecimiento con estabilidad; crisis y cooperación; sociedad y seguridad, e innovación e industria.
El crecimiento postcrisis
El tema del crecimiento económico después de la crisis financiera abrirá los debates. Según el WEF, la crisis fue originada por políticas monetarias expansionistas. Aunque se evitó que algunas economías se desmoronaran persisten riesgos de adicciones a la liquidez o peligros como las salidas de capitales y la generación de burbujas por sobrevaluación de activos. Por ello se revisará cómo las economías postcrisis se pueden volver más dinámicas, resistentes e incluyentes.
Sociedad y seguridad
Se analizarán los principales factores que producen la inestabilidad social, la cual se genera cuando los sistemas políticos fallan en adaptarse a los cambios crecientes. Aquí se revisará el principal factor, que es la desigualdad económica y la profundización de la polarización. Las economías avanzadas y emergentes por igual necesitan nuevas formas de responder a los cambios sin poner en riesgo la cohesión social, afirma el WEF.
Las sociedades se enfrentan a la incertidumbre, ¿cómo puede evitar el círculo vicioso de la desconfianza, polarización y los disturbios?
Innovación e industria
La tecnología, demografía y las fuerzas económicas están transformando profundamente las industrias y los mercados en áreas como salud, servicios financieros, energía, manufactura y comercio detallista. Se analizarán las preocupaciones sobre la baja productividad y la crítica a las compañías que buscan maximizar las utilidades en el corto plazo a expensas de la creación de un bienestar y beneficios sociales de largo plazo.
Crisis y cooperación
Se revisará el crecimiento de las economías emergentes de una forma poderosa y asertiva regionalmente y a escala mundial para evitar que se vea a un solo país como el líder del avance o que ocurra un crecimiento bipolar. Se intentará responder ¿cómo puede un mundo de globalización desconcentrada alcanzar los niveles necesarios de cooperación en áreas como la gobernanza en materia climática, ciberseguridad, comercio internacional e inversión?
El fundador del Foro Económico Mundial considera que los líderes deben coordinar mejor sus esfuerzos si desean enfrentar efectivamente los riesgos que representan el terrorismo, los conflictos mundiales y la volatilidad económica.
En vísperas de la reunión anual de las elites políticas y financieras del mundo, Klaus Schwab dijo en entrevista el con The Associated Press que el mundo enfrenta un gran riesgo de caer en un ciclo deflacionario.
Los temores sobre la fuerza de la economía global y la caída de los precios del petróleo han lastrado los principales índices de los mercados desde principios de año. Uno de los grandes interrogantes es si la caída de los precios del petróleo conducirá a problemas como la deflación y una caída de los precios que puede significar la ruina de muchas empresas.
Schwab dijo que el trabajo global en equipo es necesario para generar crecimiento económico o combatir el terrorismo.
“El terror no se puede combatir en el ámbito nacional, requiere la cooperación internacional. Pero el crecimiento económico también sólo se puede generar si coordinamos nuestras acciones”, dijo previo al inicio de la cumbre organizada por el Foro Económico Mundial en el centro internacional de esquí de Davos, que inicia hoy miércoles.
“Espero que la conciencia necesaria para enfrentar estos problemas en forma coordinada y decisiva (...) se nutra aquí”, dijo.
Cuando empezaban a arribar los primeros de los 2,500 invitados, Oxfam International dijo en un informe que el uno por ciento más rico de la población poseerá más de la mitad de la riqueza del mundo hacia 2016. La parte de la riqueza mundial de los más ricos aumentó a 48% el año pasado, comparado con 44% en 2009, según Oxfam.
Schwab dijo que el foro advirtió sobre esta tendencia hace cinco años y sigue siendo uno de los problemas más importantes que deben afrontar los participantes, combinando la creación de empleos con la responsabilidad empresarial y social.
El extremo dispositivo de seguridad del Foro Económico Mundial fue reforzado tras los recientes atentados islamistas de París, aseveró en tanto la policía helvética.
Unos 4,500 militares suizos vigilan desde ayer la estación alpina suiza, ubicada a más de dos mil metros de altura, y que se ha convertido en una fortaleza para recibir a las elites económicas y políticas del mundo.
-Por John Heilprin, AP
