Salva el ambiente ¿Plantando un vaso?

 

La mayoría de ellos, hechos de cartón o poliestireno, terminan en basureros o, en el peor de los casos, en ecosistemas que afectan la vida silvestre.

 

 

Ante esta problemática, una compañía estadunidense ha puesto manos a la obra para minimizar la contaminación que generan estos productos y acabar con la cultura de “usar y tirar”.

 

La firma sustentable Reduce. Reuse. Grow, establecida en San Luis Obispo, California, creó un vaso con semillas incrustadas de varias especies de plantas, flores y árboles nativas que puede plantarse en la tierra, lo que ayuda a reducir la huella de carbono y a mejorar el medio ambiente en las comunidades.

 

Una vez que se ha terminado el café es necesario desarmar el recipiente, extender el papel, plantarlo y regarlo frecuentemente para que pueda germinar.

 

Con este material pueden hacerse no sólo vasos, sino también botellas de bioplástico, productos de papel, cajas corrugadas y contenedores de comida, lo que ayudaría a reducir 35 gramos de dióxido de carbono o más que se liberan a la atmósfera durante cinco años o más.

 

Tan sólo en Estados Unidos se desechan 146 mil millones de vasos anualmente, por lo que al utilizar los que fabrica Reduce. Reuse. Grow se podría extraer una tonelada de CO2 a la atmósfera durante 40 años, una vez que cada contenedor que ha sido plantado haya dado origen a un árbol. 

 

Las fibras con los que están hechos se toman de centros de reciclaje locales y después se le incrustan las semillas, con la resulta algo fácil; disfrutarlo, placentero. Sin embargo, pocas veces finalidad de que cada consumidor pueda contribuir a mejorar el medio ambiente, aunque si decide no participar, puede depositar el recipiente en contenedores especiales, con la finalidad de que un equipo de personas de la misma empresa u otras personas puedan hacerlo en su lugar, además de que puede biodegradarse en un periodo no mayor a 180 días. Hasta el momento se han plantado 140 mil, según datos del 

 

sitio web de Reduce. Reuse. Grow e incluso los consumidores pueden inscribir sus datos y el lugar donde se plantaron las semillas para tener un registro. 

 

El precio de cada vaso elaborado por la compañía es de 0.2 centavos de dólar cada uno, el mismo precio que un biodegradable regular, en tanto que los que están hechos de unicel o poliestireno cuestan 0.1 centavos, una buena inversión que ayudaría a mejorar el estado del planeta. 

 

Las semillas que contiene cada recipiente se recolectan en viveros y espacios abiertos de California, ya sea de plantas desérticas, flores y pinos, para después mezclarse en Santa Bárbara. Una vez concluido ese proceso, el diseño se realiza y distribuye en San Luis Obispo, con el objetivo de que éstas germinen en un lapso de una a cuatro semanas; lo mejor es que pueden plantarse en cualquier época del año, aunque algunas germinan con mayor rapidez según la estación en la que se encuentre. 

 

 

 

Actualmente la compañía está registrada en la plataforma de crowdfunding Kickstarter, con la finalidad de obtener más recursos que le permitan agilizar sus procesos de producción a escala industrial, además de buscar un mercado de consumo.

 

De tener éxito en esta plataforma, la empresa será capaz de lanzar una versión comercial para la primavera de este año.

 

Como recompensa para quienes apoyen su iniciativa, Reduce. Reuse. Grow promueve en su página de Kickstarter varios premios, según la cantidad de recursos que done cada usuario.

 

Además espera que las grandes cadenas de café apoyen su idea, para ayudar a mejorar los ecosistmas en todo el mundo.

 

 

 

 

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